Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos… Jehová tu Dios te exaltará… y vendrán sobre ti todas estas bendiciones, y te alcanzarán. Deuteronomio 28:1-2
He escuchado a Dios decir: «¡DEJA ESPACIO PARA LO MILAGROSO!» Mantén tu «SÍ» fiel a Dios sin importar lo que otros te digan. Tu milagro en este momento te está esperando al otro lado del río… al otro lado de Jericó… en la cabeza de Goliat… al pie de la cruz… en el lugar detrás del velo… al final de tu OBEDIENCIA. Todo se trata de la obediencia. La desobediencia o la obediencia tardía es pecado. La religión dirá que no avances, la carne buscará razones para no arriesgarse en obediencia y los temores del enemigo te instarán a no darle valor a las instrucciones proféticas de Dios, pero aquellos que confían y obedecen vivirán en la tierra de la promesa de Dios. Confía en Dios y mantente fiel a su guía. Él conoce el camino, mantén tus ojos en Él. Él es la fuente de poder que sustenta todas las cosas vivientes.
Al observar cómo Dios siempre ha actuado, es importante dejar espacio para lo milagroso. Si no le das espacio a Dios para hablar y moverse, puedes descubrir que Él tampoco hace milagros en tu vida. Puede ser muy frustrante «adorar a Dios y hacer lo cristiano», pero vivir en una tierra estéril con muy pocas victorias, bendiciones y milagros. He descubierto que lo que parece correcto para el hombre no siempre es lo que Dios aprueba.
Cuando Dios se mueve para hacerme avanzar no tiene que seguir mi sabiduría, dirección, instrucción, cronograma, opiniones o ideas, porque Él es Dios y ya ha estado a donde yo voy. Él conoce a cada enemigo que enfrentaré, cada actitud con la que me encontraré, cada lugar de resistencia que atravesaré, cada distracción y falso premio enviado para cambiar mis convicciones, cada gigante de acusación y cada argumento que se levantará en contra de la forma en que Dios me dirigió a caminar. ¿Puedo decirte por experiencia? cuando caminas en obediencia, la gente no entenderá tu SÍ a Dios. Voces cuestionarán tu misión, los externos juzgarán tus motivos y las críticas serán abundantes, pero como Nehemías debes decir: «Estoy ocupado en una gran obra y no puedo ir. Si bajara yo a reunirme con ustedes, la obra se vería interrumpida». (Nehemías 6:3 NVI)
Es importante siempre dejar espacio para lo milagroso. Ponemos tanto valor en los expertos y los ‘sabelotodo’, pero tan poca esperanza en Dios, quien ya tiene el resultado establecido. Por mucho que respetemos los mejores intentos de las personas ingeniosas, Dios no tiene que seguir sus modelajes, reglas, procesos, rituales o ciencia… ¡ÉL ES DIOS! No te sorprendas cuando las cosas terminen de manera diferente a como los expertos lo han predicho. ¿Con qué frecuencia vemos que las predicciones de los ‘EXPERTOS’ y los críticos caen planas cuando Dios se mueve? No le importa que sus milagros no sean lógicos, razonables, justos o en contra de la ley. ¡ÉL ES DIOS!
Cuando obedecemos correctamente a Dios, caminamos plenamente en sus recompensas. La verdad permanece para aquellos que viven bajo la sangre: ten paz, regocíjate, ten fe, tranquiliza tu corazón, confía en Dios. Él tiene el final completamente resuelto. Por eso envía palabras proféticas. Para que podamos tener fe mientras obedecemos. Sin ellas, la gente seguramente tropezará consigo misma, caerá en el engaño y morirá en la falta de fe. Cuando haces espacio para lo milagroso, Debes mantener los oídos de tu corazón abiertos para escuchar su palabra profética. De lo contrario, como Saúl antes del encuentro en el camino a Damasco, será fácil ser engañado por un camino que parece correcto pero no tiene el SÍ de Dios.
Proverbios 14:12 Hay camino que al hombre le parece derecho; Pero su fin es camino de muerte.
Esto es lo que Dios destacó en mi espíritu esta mañana: Sin SU PALABRA clara hablada en nuestras almas ninguno de nosotros lo logrará. Escucha su voz, ora con fe, escucha su enunciado profético y luego obedece… no importa cuán extraño, loco o desconectado de la razón humana o religiosa parezca… ¡OBEDECE!
Dios sabe lo que debe hacerse y cómo debe hacerse. Él conoce la grieta en cada pared, la debilidad de cada gigante, el orgullo de cada acusador, el lugar donde los demonios son destruidos y dónde se encuentra la puerta abierta a la gloria. Él sabe lo que está al otro lado de tu batalla y lo que necesitarás enfrentar cuando llegues allí… ¡Dios ya te está preparando para cómo florecerás cuando esto termine! CONFÍA EN ÉL… PROMETIO CUIDARTE! CREE EN ÉL… Él es más grande que cualquier gigante. SÍGUELO…Él quiere que participes en su provisión… y está emocionado de que te unas a Él en la victoria, porque es la herencia de los hijos de Dios. En medio de todo lo que no sabes hoy… ¡NO OLVIDES ADORAR Y OBEDECER AL DIOS QUE LO TIENE TODO PLANEADO! (Una palabra de Nico Smit)
Proverbios 3:5-6 Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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