Desde hace mucho tiempo anuncié las cosas pasadas. Yo las profeticé; yo mismo las di a conocer. Actué de repente, y se hicieron realidad. Isaías 48:3
Cuando hablamos de los de repentes de Dios, estamos diciendo que Dios puede obrar de un momento a otro, cuando menos lo esperamos. Los de repentes de Dios cambiaron la vida de muchas personas en la Biblia y los llevaron al cumplimiento de su destino.
José tuvo sueños proféticos a sus 17 años que provocaron que fuera vendido por sus hermanos, el tiempo pasó, todos se olvidaron de él, pero el de repente de Dios lo saco de la cárcel y lo puso en el lugar de exaltación que Dios tenía para él. (Génesis 41:14 y 37-42)
David pastoreaba las ovejas cuando el de repente de Dios lo hizo llamar para ungirlo como Rey (1 Samuel 16:11-13)
Estos de repentes de Dios también están disponibles en este momento para nosotros.
El Señor dice
“Yo tengo tanto amor por ustedes, hijos Míos, que movería Cielo y tierra por ustedes. Y el Señor dice: «Sé que están pasando pruebas, y sé que están atravesando tiempos en los que no saben qué hacer. Por eso les digo hijos Míos, confíen en Mí, Yo les prometo que tendrán su gran avance. Si confían en Mí, Yo les prometo que el Cielo vendrá a sus corazones cuando lo necesiten. Pero ustedes me dicen: “Señor, ha sido un desierto. Ha pasado tanto tiempo”. Pero Yo, el Señor les digo que deben saber lo que Yo voy a hacer. Lo haré repentinamente. Ahí donde parece que no me oyen de un día al otro, y no saben qué hacer, Yo vendré y haré lo que me han pedido porque el Señor ha dicho que van a tener su de repente”. (Cindy Jacobs)
Hechos 2:1-2 Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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