Olviden los pequeños comienzos, dice el Señor, porque estos son los días de Mi gloria. Los días de las cosas grandes y la culminación final de los tiempos por venir. Levántense ahora del polvo de la derrota y elévense como un águila. Reúnan sus armas porque Yo les enseñaré a sus dedos como hacer la guerra. El enemigo vendrá, pero él quedará asombrado con la fuerza de mis hijos porque él no se ha anticipado con su determinación, su compromiso y su fe en Mí para llevarlo a la victoria.
Yo soy el Señor de los Ejércitos, el Maestro de las artes militares y los he equipado con una flamante espada para esta época de guerra. Vengan y tomen consejo Conmigo para que Yo pueda darles sabiduría, discernimiento y estrategias específicas para la victoria. Sus oraciones y guerra espiritual harán que se eleven a un nuevo nivel de precisión y eficacia conforme diligentemente buscan y siguen el consejo de Mi Santo Espíritu. Ejerciten la confianza en si mismos con gozo y expectativa de victoria porque el Señor de los Ejércitos está con Ustedes.
Isaías 52:1-3 ¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, que los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti. ¡Sacúdete el polvo, Jerusalén! ¡Levántate, vuelve al trono! ¡Libérate de las cadenas de tu cuello, cautiva hija de Sión! Porque así dice el Señor: «Ustedes fueron vendidos por nada, y sin dinero serán redimidos.»
Salmo 46:11 Jehová de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.
El Señor, en Su suprema sabiduría, está permitiendo que surjan situaciones que provocan temor, para sacudirnos y despertarnos de nuestra pasividad y apatía. Dios está obligándonos a resistir al enemigo diciendo: «¡Ya basta!» está despertando a Su Iglesia durmiente insistiendo en que nos pongamos en pie, pensemos en un «tono de guerra», y tomemos la «espada del Espíritu», que es la Palabra viva de Dios (Efesios 6:17).
Tu victoria no depende de cuanto te esfuerces o gimas, sino de abrazar la buena batalla de la fe y empuñar la Espada del Espíritu para cortarle la cabeza a tus gigantes. ¡Se fuerte y valiente! No temas ni te desanimes porque Jehová de los Ejércitos estará contigo a dondequiera que vayas.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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