El Señor reanima a los descorazonados, y sana sus heridas. El Señor creó todas la estrellas del cielo, y a cada una le puso nombre. Nuestro Señor es grande y poderoso, y su sabiduría no tiene límite. El Señor exalta a los humildes, y humilla hasta el polvo a los malvados. Salmos 147:3-6
Anoche tuve un sueño impactante. En el sueño, me invitaron a la casa de un amigo. Este amigo representa para mí a alguien que ha pasado por un profundo abuso espiritual, alguien que carga constantemente ese peso hasta el punto de que ahora se refleja externamente. Continuar Leyendo »