Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal; me ocultará en lo reservado de su morada; sobre una roca me pondrá en alto. Salmos 27:5
Hay momentos en la vida en los que todo parece detenido: puertas que se cierran, caminos que se desvían, planes que se interrumpen. En medio de esa aparente inactividad, podemos sentirnos olvidados, ignorados o incluso castigados. Pero lo que muchas veces interpretamos como un retraso, en realidad es una intervención divina. Continuar Leyendo »