Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar. Eclesiastés 3:1-3
Recientemente, escuché al Señor decir: «Deja de limitarte y de limitar hacia dónde te estoy llevando por encajar con la multitud.» Cuando Él pronunció esas palabras, comencé a ver a muchos que no están abrazando el cambio ni la altitud a la que el Señor los está llevando en esta hora, por miedo a perder relaciones y por encajar con la multitud. Continuar Leyendo »