Cambiando la guardia
Puedo ver que Dios está cambiando la guardia en muchos lugares y están ocurriendo cambios significativos en la dimensión espiritual. Cuando estaba en Australia y Nueva Zelanda pude ver que muchos de los líderes con quienes estuve que tenían que regresar a la “gracia”, en lugar de continuar empujando a la gente para cumplir la agenda ministerial. Dejaron que las cosas siguieran diciendo: “Bueno, haré lo que sea necesario”. Quiero decir esto en el buen sentido. “Jesús, haré lo que sea necesario”, es una buena actitud que podemos tener. Necesitamos estar abiertos para lo que Dios está haciendo ahora, los planes no serán iguales para siempre.
Los peregrinos y Brendan el marinero
Los peregrinos en Irlanda durante los Siglos XV y XVI fueron monjes que dejaron los monasterios y se embarcaron en pequeños botes desde las costas de Irlanda. Los botes no tenían timón ni remos. Izaron las velas y confiaron que Dios enviaría los vientos para llevarlos hacia donde se suponía que debían llegar. Tuvieron aventuras asombrosas.
Brendan izó las velas con algunos de sus hermanos y después de un tiempo llegaron a una isla. Mientras el bote se acercaba a la isla, había un anciano parado en la pequeña playa y los estaba esperando mientras descendían del bote en la costa.“Los estuve esperando desde hace mucho tiempo”, dijo. Luego los llamó por su nombre y profetizó sobre ellos. Luego dijo: “Bendíganme para que me pueda ir ahora”. Oraron por él y entregó su espíritu al Señor. (Tomado del libro: “Llamas célticas”).
Desatándose
Siempre me encuentro con personas, especialmente en el ministerio, que se encuentran detenidas en algo donde no está su corazón. Algunos de ellos están tan presionados por la gente y sus necesidades que no pueden cumplir la voluntad de Dios o recuperar su gozo porque todo se transformó en una carga pesada.
La falsa responsabilidad es un espíritu religioso enorme y pesado. Nos lleva a ministrar las necesidades en lugar de ser guiados por el Espíritu Santo. La falsa responsabilidad apartará a la gente de su llamado porque las personas que las rodean no las dejarán continuar. “Te necesitamos. ¿Qué haremos si te vas?”. Esto mantiene a muchos pastores y ministros atados a un yugo que Jesús nunca puso sobre ellos. Nuestro llamado primordial es obedecer al Señor y ser guiados por el Espíritu Santo. La gente es responsabilidad del Señor y Él sabe cómo cuidarla.
Una vez nos quedamos retenidos por más de un año en una congregación que pastoreábamos. Teníamos una palabra para mudarnos, pero la gente nos retuvo diciéndonos: “Los necesitamos”. Entonces respondimos a la gente en lugar de hacerlo ante el Señor. Después de un tiempo comenzaron a apartarse y finalmente nos mudamos. La gente dio vueltas un par de meses tratando de descubrir quiénes eran en realidad y qué debían hacer. ¿Sabe qué ocurrió? Todos encontraron una gran brecha donde se suponía debían encajar desde hace mucho tiempo. Dios usó poderosamente a muchas de estas personas que estaban atadas a nosotros.
¿No se siente contento de no ser Dios? Su responsabilidad es ofrecer lo que Él le entrega. No podemos cambiar a nadie o hacer que otros hagan algo.
Cuando Jesús se enteró que Lázaro (un buen amigo) estaba muriendo, no respondió ante la necesidad de ese hombre, sino a la voz del Padre. Partió para Betania recién cuando el Padre le dijo que lo hiciera, pero no antes o después. ¡Dios sabe lo que hace!
La voluntad de Dios está en nuestro corazón
Dios establece sus deseos en nuestro corazón en la medida que nos rindamos ante Él y lo amemos. El Nuevo Pacto es algo del corazón, no una simple ley. “Pondré en ellos un corazón nuevo y un espíritu nuevo”, es la promesa del Nuevo Pacto.
La falsa responsabilidad hará todo lo posible para llevarlo a asumir el lugar del Espíritu Santo ante la gente. ¡Eso es pesado! Se supone que los líderes deben enseñarle a la gente a oír a Dios por sí mismos, no a ser dependientes de alguien más que lo oiga en su lugar. Sólo usted puede conocer su destino en Dios, nadie más puede decirle eso. ¡Él es su línea vital! Por supuesto, es hermoso recibir una palabra profética o una confirmación, pero finalmente cada uno debe oír a Dios por sí mismo. Los líderes y pastores pueden proveernos una comida maravillosa, pero no pueden comer por nosotros. Si yo como en su lugar engordaré demasiado y usted quedará demasiado flaco. Cuando Jesús le habla, le imparte fe para moverse hacia el próximo paso. Dios es asombroso y también es nuestro Abba (Papito).
Una clave para recibir en este tiempo
Quiero compartir algo que el Señor me entregó porque también puede ser para usted. Mucha gente en las últimas dos semanas me escribió para hablarme sobre los pavos. Sentían olor a pavo asado, tuvieron sueños y visiones con pavos cocinándose o sintieron el gusto a pavo asado en su boca.
Se acerca el día de Acción de gracias, pero esto no tiene que ver con esa fiesta. El sábado tuve una necesidad en nuestro ministerio y tuve una visión sobre mí misma sosteniendo un plato vacío, pidiéndole al Señor que me entregue algo. Ahora, el plato que tenía era inglés y azul de porcelana. Era hermoso (tengo platos así) pero pequeño, como un plato de té. El Señor me dijo: “Ese es un plato pequeño”, pero de inmediato sostuve un plato grande ante Él. Al minuto siguiente, el plato estaba lleno de pavo con papas asadas. Luego el Señor llenó el pavo con ese maravilloso aroma a ahumado.
Dios me dijo: “Si mantienes un espíritu agradecido en tu boca, rellenaré el pavo”. Entonces comencé a alabar al Señor y a agradecerle por todo lo que venía a mi mente, incluyendo a todos los amigos maravillosos que puso en mi vida.
Durante el intervalo en el seminario del sábado, una amiga se acercó y me dijo que el Señor le ordenó entregarme una cantidad de dinero para suplir la necesidad que teníamos en ese momento. Aún tenemos algunas necesidades, pero quiero mantener este corazón agradecido hacia el Señor. Tenemos demasiados motivos por los cuales estar agradecidos, ¿Cierto? Solemos olvidar todos los beneficios del Señor. Pero la gratitud es la clave para soltar las bendiciones de Dios en nuestra vida. ¡Comience hoy! “Señor, te bendeciré con un corazón agradecido”. ¿Recuerda ese coro que solemos cantar?
Kathie Walters
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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