LOS VIENTOS DEL CAMBIO ESTAN SOPLANDO

Publicada el
LOS VIENTOS DEL CAMBIO ESTAN SOPLANDO

Desde el día de ayer en Guatemala comenzaron a soplar fuertes vientos. Muchas veces Dios me muestra en lo espiritual lo que está sucediendo en lo natural, salí al patio de mi casa a observar los árboles y entonces el Espíritu Santo habló a mi corazón: “Los vientos del cambio están soplando” Esto me hizo pensar en una palabra que hace un tiempo nos compartió el Apóstol Chuck D. Pierce que decía: “Tú verás el viento despertante. Me complace enviar este viento que despertará Mi amor. Me complace ahora enviar este viento que despertará mi amor entre ustedes una vez mas. Tú te has unido con Mi palabra y has buscado Mi Espíritu, pero ahora despertare Mi Amor”

Hechos 2:2 dice: De repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban.

El viento les recordaría las manifestaciones divinas del Antiguo Testamento. Dios le habló a Job desde un torbellino (Job 38:1; 40:6); un poderoso viento del este secó el camino a través del mar Rojo, permitiéndoles a los israelitas escapar de Egipto sobre suelo seco (Éxodo 14:21). El viento fue también un símbolo frecuente del Espíritu en el Antiguo Testamento (Ezequiel 37:9, 10, 14, por ejemplo). Jesús mismo usó el viento para hablar del Espíritu (Juan 3:8). Después del descenso del Espíritu Santo, los discípulos estaban tan llenos de amor hacia Cristo y hacia aquellos por quienes él murió, que los corazones se conmovían por las palabras que hablaban y las oraciones que ofrecían. Hablaban con el poder del Espíritu; y bajo la influencia de ese poder miles se convirtieron.” El sonido del viento les indicaba a los presentes que Dios estaba a punto de manifestarse a sí mismo y a su Espíritu de una manera especial. Y nos los está anunciando a nosotros ahora.

Debemos movernos ante toda circunstancia y dificultad con la certeza que nos da nuestra fe, hacia una mayor valentía, una nueva autoridad y una nueva unción acompañada de la gloria de Su presencia. Caminemos con valentía hacia su trono, recostémonos en el regazo de Abba Padre y pidamosle las cosas que están en nuestro corazón. Mateo 7:11  Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?

El viento del Espíritu Santo es el mover que trae cambio. Cada vez que vemos el Espíritu Santo moviéndose sobre la faz de la tierra, vemos el viento como el agente que trae cualquier cambio.  No tengamos temor del viento, está moviéndose para nuestro beneficio. No luchemos con él, o retrasaremos la obra que Dios está intentando efectuar. Cuando el viento del Espíritu comienza a soplar en nuestras vidas, trae vida con ello.

El Señor dice: Muchos de ustedes se han aferrado a Mis promesas desde hace años. Ustedes han dicho: “Hasta cuando Dios, hasta cuando sucederán estas cosas” Mas Yo les digo: Ahora es el tiempo. Estoy enviando un torbellino divino sobre ustedes. El torbellino ha comenzado a soplar. Estoy soplando todo lo que ha estorbado su caminar durante estos años.

Yo estoy abriendo un camino claro para que sus pies puedan caminar. Estoy removiendo la confusión, las mentiras y las voces que les han dicho: “Esto no sucederá nunca”. Más he aquí, que un día nuevo viene sobre ustedes.  Porque el enemigo ha tratado de detenerlos, de desanimarlos, e incluso de matar sus esperanzas y sus sueños, pero Yo seré devastador. Estoy cambiando la atmosfera espiritual que los rodea. Yo estoy cambiando lo que parecía el final, a fin de convertirlo en un nuevo comienzo para ustedes.

Ezequiel 37:9-11 Entonces el Señor me dijo: «Profetiza, hijo de hombre; conjura al aliento de vida y dile: “Esto ordena el Señor omnipotente: ‘Ven de los cuatro vientos, y dales vida a estos huesos muertos para que revivan. Yo profeticé, tal como el Señor me lo había ordenado, y el aliento de vida entró en ellos; entonces los huesos revivieron y se pusieron de pie. ¡Era un ejército numeroso! Luego me dijo: «Hijo de hombre, estos huesos son el pueblo de Israel. Ellos andan diciendo: “Nuestros huesos se han secado. Ya no tenemos esperanza. ¡Estamos perdidos!” Por eso, profetiza y adviérteles que así dice el Señor omnipotente: “Pueblo mío, abriré tus tumbas y te sacaré de ellas, y te haré regresar a la tierra de Israel. Y cuando haya abierto tus tumbas y te haya sacado de allí, entonces, pueblo mío, sabrás que yo soy el Señor. Pondré en ti mi aliento de vida, y volverás a vivir. Y te estableceré en tu propia tierra. Entonces sabrás que yo, el Señor, lo he dicho, y lo cumpliré. Lo afirma el Señor.”

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

Recibe la palabra profética en tu correo electrónico.


Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".