MIRA HACIA ARRIBA EN TIEMPOS DE NECESIDAD

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MIRA HACIA ARRIBA EN TIEMPOS DE NECESIDAD

Por lo tanto, ya que ustedes han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas del cielo, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios. Colosenses 3:1

Hay momentos cuando estamos pasando por diversas pruebas, que ya no tenemos para donde ver, más que para arriba. Dios muchas veces, y en los momentos más difíciles de nuestra vida nos aleja de todo y de todos, para que lo veamos a El. Si por alguna razón te has sentido solo, esta palabra que nos comparte Al Thomas te hará saber que no estás solo. Mira hacia las alturas y verás la promesa del Señor que te dice: “Nadie te podrá derrotar en toda tu vida, y Yo estaré contigo así como estuve con Moisés, sin dejarte ni abandonarte jamás” Josué 1:5. En los últimos días Dios ha pintado el cielo de colores para recordarnos que “El cielo es su trono” Hoy es un día para levantar tus ojos y tus manos al cielo y confiar que estás en las mejores manos.

“Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino…” (Éxodo 13:21-22). Dios en el Cielo anhela mostrarte la senda donde parece que no hay senda (ver Salmo 4:4, 46:10). Jesús vivió una vida sobrenatural junto con Sus discípulos, así que tú también puedes (ver Juan 20:21). Jesús le dijo a Nataniel: “…De aquí adelante veréis el cielo abierto, y a los ángeles de Dios que suben y descienden sobre el Hijo del Hombre” (Juan 1:50-51). Él anhela guiarte, y he aquí cómo.

LAS NUBES, PON EN ELLAS LA CABEZA

Sí, yo también he oído decir: “Tienes la mente tanto en el cielo que no haces nada útil en la tierra”. ¿Saben mi respuesta a eso? ¡Tonterías! A mí me gusta tener la mente en las cosas celestiales. No te preocupes, Dios te traerá de regreso a la tierra cuando tengas que cuidar de las cosas prácticas (ver Éxodo 32:7). Dios vive dentro de nosotros, pero Su trono está en el Cielo (ver Salmo 103:19; Isaías 66:1; Mateo 5:34).

Su trono es el cuartel general (ver Apocalipsis 4:1-6). Estamos en guerra (ver Efesios 6:10-17), y en la guerra hay que tener línea abierta con el cuartel general. Jesús dijo: “edificaré mi iglesia” (Mateo 16:18), y es necesario que obtengamos noticias del Comandante Jefe en el Cielo (ver Hechos 1:11). Hasta que Él venga (con nubes, por cierto, como en Apocalipsis 1:7) debemos mantenernos en sintonía con Su voz (ver Juan 10:27) al meter la cabeza (por decirlo así) en las nubes.

Esto no es mera palabrería, o galimatías espirituales que sólo traten de simbolismo, sino que son instrucciones claras de la Palabra de Dios para tener la mente en lo celestial. Cuando Jesús necesitó un almuerzo milagroso, primero miró al cielo (ver Mateo 14:19). Mira hacia arriba en tiempo de necesidad. “Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto…” (Santiago 1:17). Imagina las nubes en el horizonte. Yo las veo. Por fe tú también las puedes ver (ver Hebreos 11:1).

Las nubes dan agua fresca ¡Necesitas un chaparrón! Las nubes dejaron caer su lluvia… Salmo 77:17ª Envuelve la lluvia con sus densas nubes… Job 26:8ª Tus nubes de refrigerio están dentro de ti (ver Juan 7:37-38) y sobre ti… pide a Dios que te dé un chubasco.

¿Has sido alguna vez sorprendido por una refrescante lluvia de primavera? Aquí no hace falta paraguas. Eclesiastés 11:3 dice: “Si las nubes fueren llenas de agua, sobre la tierra la derramarán…” Tú estás sobre la tierra y debes estar consciente de que cuando Dios desea derramar Sus lluvias sobre ti, manteniendo la cabeza en el Cielo y conservando una mente discernidora (ver Hebreos 5:14) de un pronóstico de lluvia. En este caso es muy buena idea quedar totalmente empapado. La vida es dura y necesitamos todo el refrigerio disponible para nosotros (ver Hechos 3:19) el cual Dios tiene en abundancia. Por fe, puedes oler la lluvia.

LAS NUBES NOS GUIARAN

Dios nos habla desde las nubes: “… y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube” (Éxodo 24:16). El siete nos habla de algo completo. Cuando se termine el periodo de esperar a Dios, Él te hablará y te guiará. No intentes apresurar al Señor. Muchos buscan hoy la dirección pero no miran hacia arriba, sino que se fijan en las circunstancias.

¿Quieres ver debajo de los pies de Dios? “… Jehová marcha en la tempestad y el torbellino, y las nubes son el polvo de sus pies” (Nahúm 1:3b). Servimos a un Dios poderoso – ¡mira hacia arriba!

Dios se monta en las nubes: ” He aquí que Jehová monta sobre una ligera nube, y entrará en Egipto…” (Isaías 19:1a NIV). ¿Estás estancado en Egipto? ¿Necesitas liberación? ¡Mira las nubes! Cuando mires a las nubes (hacia Dios) estarás tomando una decisión de calidad de confiar en Cristo para Su voluntad y senda, aun si requiere un milagro (ver Mateo 19:26).

Nota importante: La nube no tiene porqué ser grande. Algunas personas esperan que Dios haga algo impresionante, y no se percatan de Él en lo pequeño. Elías se emocionó por una nube del tamaño de la mano de un hombre, y advirtió: “Salgamos de aquí, viene una tormenta gigantesca” (ver 1ª Reyes 18:42-45).

¿Estás en una época de sequedad? Tal vez te dé un gran derramamiento (ver Joel 2:23) o tal vez dé de gota en gota, pero de seguro que obrará por ti. No esperes que se mueva según tus maneras ni tus esquemas, sólo confía en que Él obrará. Las nubes tipo nimbostrato son aquellas nubes compactas y densas que producen una lluvia o nieve continua, y al igual que estas nubes, las nubes de Dios producen bendiciones sobrenaturales. Presiento que viene una tormenta.

LA NUBE DE GLORIA SOBRE TI

Algunos de ustedes caminan en estos momentos en una nube de gloria y ni siquiera lo han notado. Dios no comparte Su gloria con nadie, (ver Isaías 42:8; 48:11), pero ¿sabían que el Espíritu de Gloria reposa sobre todos los que hacen la voluntad de Dios? (ver 1ª Pedro 4:14). Esto no para exaltarles a ustedes, sino que esta gloria reposa sobre ustedes para exaltarle a Él. Un día sus cuerpos serán como Su cuerpo glorioso (ver Filipenses 3:21), pero para que ahora caminemos efectivamente en Su gloria (y oírle a Él) debemos exaltarle (ver Juan 8:50).

PERLA DE INSTRUCCIÓN

En vez de pedirle dirección a Dios, pídele sabiduría. Veamos Santiago 1:5:Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno”.

Muchas veces pedimos dirección cuando en realidad lo que necesitamos es sabiduría. ¿Debo ir a la derecha o a la izquierda? ¿Debo dejar este trabajo por otro? Y así continuamente. Cuando pedimos sabiduría en lugar de dirección tenemos un proceso continuo en el que recibimos no sólo información sino Vida. Jesús es la sabiduría de Dios (ver 1ª Corintios 1:24). La dirección muchas veces resuelve sólo un problema, pero la sabiduría nos permite afrontar cualquier problema que se nos presente. Pon tu carga en Sus manos (ver Mateo 11:28-30), y empieza a darle las gracias por fe por Su sabiduría. La confianza como la de un niño cree que todo encaja (ver Romanos 8:28). Mira hacia arriba, vienen las nubes.

1 Corintios 1:30-31 Pero gracias a Dios ustedes ahora son de Cristo Jesús, a quien Dios ha constituido como nuestra sabiduría, nuestra justificación, nuestra santificación y nuestra redención, para que se cumpla lo que está escrito: «El que se gloría, que se gloríe en el Señor.»

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".