ENSEÑANOS A ORAR

Publicada el
ENSEÑANOS A ORAR

Por tanto, acerquémonos confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para cuando necesitemos ayuda. Hebreos 4:16

Jesús está llamando a los hijos a volver a la habitación de intimidad. Este mes convoco a mis hijos a buscarme cada día más en el lugar secreto. Hay un tesoro escondido en la Palabra que deseo revelar a Mis hijos. Por tal razón, este mes de abril te encamino a los delicados pastos y a las aguas de reposo. Este mes marco tu corazón en el secreto. Después de este mes no volverás a ser la misma persona. En la medida que permanezcas en intimidad a través de la oración y la Palabra, verás como las puertas se abren, y verás como viene la recompensa a tu vida. En este mes desato un hambre y una sed especial para amar Mi presencia, de tal manera que experimentarás la paz que tu cuerpo y alma necesitan, declara el Señor. (Ministerios Elías – Abril 2013)

 “Ahora, pues, si he hallado gracia en tus ojos, te ruego que me muestres ahora tu camino, para que te conozca, y halle gracia en tus ojos; y mira que esta gente es pueblo tuyo. Y él dijo: Mi presencia irá contigo, y te daré descanso. Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí” (Éxodo 33:13-15, RV60).

El Espíritu de Dios está llamando a todos los creyentes para apartarse, acercarse al Todopoderoso y pasar tiempo con Dios en oración.

¿Te das cuenta de que no hay absolutamente nada más poderoso y productivo en toda la tierra que las oraciones de los santos? Un misterio del Reino es que Dios realmente limita Sus acciones cuando no oramos. Sin oración, Él no se mueve. Con la oración, Él puede hacer cualquier cosa. Todo es posible a través de nuestras oraciones y peticiones a Dios.

La oración verdaderamente mueve la mano de Dios… y cuando la mano del Todopoderoso se mueve, nada ni nadie le puede detener. Fijemos nuestro corazón en activar la mano de Dios a través de nuestras oraciones.

Es hora de no solamente pedirle al Señor en oración, sino también de estar quietos y saber quién es Dios (ver Salmo 46:10). El Espíritu de Dios nos llama a cada uno de nosotros a la oración, pero este llamamiento no es sólo una invitación de hacerle saber nuestras peticiones, por muy importante que eso sea.

A un nivel más profundo, Dios está invitándonos a tener una comunión íntima con nuestro Hacedor. ¡Imaginémoslo! Hemos sido llamados a estar cautivados por el Amor divino. Hemos sido invitados a estar consumidos por el Espíritu Santo. Y estamos siendo atraídos a ascender al Trono de Dios.

Cuando Jesucristo fue crucificado y finalmente rindió Su Espíritu, el velo del templo judío en Jerusalén fue rasgado de arriba abajo; aquel velo que impedía el acceso al lugar santísimo a todos excepto al sumo sacerdote. ¿Qué significa esto hoy para nosotros? La Cruz del Señor Jesucristo abrió de par en par nuestro acceso al Dios Todopoderoso.

¡Qué honor tan grande! Cada uno de nosotros tiene una invitación abierta para conversar de corazón a corazón con nuestro Padre. Nosotros, como seres creados, fuimos invitados por el mismísimo Creador para comunicarnos y tener comunión con Él, acercándonos a Su Trono con serenidad gracias a la Sangre derramada de Jesucristo.

Como discípulos Suyos, también nosotros rogamos: “Señor, ¡enséñanos a orar!” (Lucas 11:1-4) Necesitamos que el Espíritu Santo mismo nos enseñe a orar, y aprender a alcanzar el corazón de nuestro Padre, espíritu a Espíritu debe ser obra del Espíritu, no un ejercicio o método religioso. ¿Cómo aprendemos esta importantísima lección? El primer paso es sencillo: toma un tiempo para estar quieto y esperar al Señor. Pasa tiempo a solas con tu Padre Celestial.

Amados, que el clamor más profundo de nuestro espíritu se una al corazón de los discípulos de la antigüedad al pedir: “Señor, ¡enséñanos a orar!” Que el Señor nos enseñe a dejar a un lado toda distracción, a estar quietos, a esperar en Él y tocar Su santa presencia, a profundizar, al ceder nuestro espíritu con amor a Su Espíritu. ¡Amén! (Bobby Conner)

Mateo 21:22 Y todo lo que pidiereis en oración, creyendo, lo recibiréis.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

Recibe la palabra profética en tu correo electrónico.


Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".