HORA DE DESPERTAR DEL SUEÑO

¡Despierta, Sión, despierta! ¡Revístete de poder! Jerusalén, ciudad santa, ponte tus vestidos de gala, que los incircuncisos e impuros no volverán a entrar en ti. Isaías 52:1

¡Despierta y levántate, mi Esposa dormida!, porque estuviste aletargada en la cama del desaliento, el rechazo, el dolor y el abandono. Pero vengo para quitar las sábanas que te cubren. Desataré sobre tu vida el Espíritu de Consuelo que depositará sanidad en tu mente y devolverá la esperanza a tu corazón. Continuar Leyendo »

Publicada el