Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo. Amós 9:14-15
El Espíritu Santo me mostró dos grupos de personas en el Cuerpo de Cristo que se preparaban para cruzar a su nueva temporada. Había un grupo de personas a las que Dios había abierto nuevas puertas de acceso, porque estaban listos y preparados para ir al siguiente nivel de asignaciones en su autoridad, dones y unción. Luego había un segundo grupo de personas que estaban siendo refinadas en el fuego para llevar un nuevo poder, nuevos reinos de gloria, y una mayor medida de fe para sanar a los enfermos, liberar a los cautivos, y caminar en nuevas dimensiones de milagros, señales y maravillas como nunca antes. Ambos grupos de personas soportaron la temporada de preparación para llevar el aceite fresco necesario para esta hora. Estos pagaron el precio, soportaron el costo y se rindieron por completo mientras pasaban por el estrecho lugar de transición. La cima de la montaña los ha posicionado, y lo profundo del valle los ha ungido.
Escucho al Espíritu de Dios decir: “No ha sido por la fuerza ni por ningún poder, sino por Mi Espíritu que estos han sido levantados y llevados a la vanguardia en este momento. No se equivoquen respecto a esto, Yo elegí el tiempo y la temporada donde el impulso de sus días se encontraría con el fruto que se manifestará a través del cumplimiento de Mis promesas. Esta no es una hora para retroceder y desesperarse. Es una hora de nuevo poder que se demostrará a través de Mis siervos, los profetas”.
CONVERGENCIA: Lugar donde el campo de entrenamiento del pasado se encuentra con el destino
Hay una convergencia en el Cuerpo de Cristo en esta hora, donde nuestro campo de entrenamiento del pasado nos ha posicionado para lo que fuimos creados y formados por la mano de Dios para hacer desde que fuimos concebidos. La fusión de donde muchos han estado y a donde se ha profetizado que muchos irán, se está creando una atmósfera propicia para los vientos de impulso que llevan a los santos de Dios a reinos de gloria más altos y más pesados. Veo un impulso de promesas ordenadas por Dios que comienzan a explotar en el reino espiritual para elevar a los santos de Dios a momentos “KAIROS” orquestados por la mano del Señor.
Jeremías 1:4-5 Y vino a mí la palabra del Señor, diciendo: Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí, y antes que nacieras, te consagré, te puse por profeta a las naciones.
LOS LIRIOS DEL CAMPO
La otra mañana oí al Espíritu de Dios decir: “Miren cómo me muevo entre los lirios del campo para poner Mi soberanía sobre ustedes en todo su esplendor”. Los lirios del campo se mencionan en Mateo 6:28 como un lugar donde la gloria de Dios habita sin esfuerzo o búsqueda. Cuando la soberanía de Dios viene sobre nosotros, Su poder supremo, autoridad y atributos se refrenan y gobiernan en nuestro medio.
CABALGUEN CON SU VIENTO
Estamos entrando en los reinos de la gloria como hijos e hijas de Dios para hacer estallar la tapa de cualquier otro movimiento de Dios que se nos presente. El Espíritu de Dios está recorriendo la tierra y marcando a los puros de corazón que son intachables e irreprochables a los ojos del Padre. Mientras la Iglesia está siendo purificada de la perversión, el pecado y el compromiso, un remanente de portadores de la gloria del Espíritu Santo, portadores de la autoridad y vasijas de poder, están comenzando a surgir para un tiempo como este. ¡Un nuevo impulso se está construyendo en esta hora! ¡Cabalguen con el viento! Dios los ha posicionado para un tiempo como éste. (Holly Watson)
Salmos 18:20-24 El Señor me ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la pureza de mis manos me ha recompensado. Porque he guardado los caminos del Señor, y no me he apartado impíamente de mi Dios. Pues todas Sus ordenanzas estaban delante de mí, y no alejé de mí Sus estatutos. También fui íntegro para con Él, y me guardé de mi iniquidad. Por tanto el Señor me ha recompensado conforme a mi justicia, conforme a la pureza de mis manos delante de Sus ojos.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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