Dando a luz el avance

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Dando a luz el avance

Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿Acaso no tienes rey? ¿Por qué te han venido dolores de parto? ¿Murió acaso tu consejero? Retuércete y puja, hija de Sión, como mujer a punto de dar a luz, porque ahora vas a salir de tu ciudad, y tendrás que vivir a campo abierto. Irás a Babilonia, pero de allí serás rescatada; el Señor te librará del poder de tus enemigos. Miqueas 4:9-10

“¡El avance que han estado tratando de obtener está en camino! Las cosas que aún no han sucedido y que parecen retrasadas van a nacer. Experimentarán la liberación de asuntos en los que no han podido recibir un avance completo. ¡Las profecías que aún no se han cumplido se van a manifestar!”

Estaba danzando en adoración hace unos días cuando escuché las palabras “NACIMIENTO” y “PUJAR”. Mientras continuaba adorando, el peso de Su gloria era tan fuerte que terminé postrada en el suelo, entonces una palabra surgió y la liberé entre los asistentes al evento. La palabra continuó llegando a un momento culminante durante las siguientes 24 horas a través de un sueño y una revelación adicional mientras estaba en Su presencia. La visión y las palabras que el Señor estaba liberando eran tan intensas y pesadas que permanecieron conmigo durante horas después, hasta la noche y la mañana siguiente. Este era un mensaje feroz que Él quería liberar ahora, en esta temporada, a los hijos de Dios. El Espíritu habló sobre cómo nosotros tenemos mucho que ver con nuestro avance profético y con recibir nuestra liberación. Tenemos que activarnos para obtener la culminación de lo que hemos estado esperando y orando.

Más tarde esa noche, mientras reunía mis notas para hablar en la mañana, el Espíritu del Señor continuó dándome palabras como “PUJAR”, “DERRIBA TUS FORTALEZAS”, “ESFUERZATE” y “MUEVETE CONTINUAMENTE HACIA ARRIBA Y HACIA ADELANTE” Mi espíritu se agitó con la emoción de lo que sucedería en el ámbito natural. Este sería un momento de finalidad para aquellos que aún no han recibido un cierre en ciertas áreas de sus vidas. Tuve un sueño profético muy de mañana. Me desperté y comencé a orar en lenguas. Estaba tan emocionada por lo que el Espíritu Santo estaba revelando proféticamente. Los creyentes se han desanimado tanto al pujar por su avance, porque no ven la manifestación completa. Esto sería una liberación completa para algunos en las áreas donde no han recibido su avance.

He tenido muchos sueños de partos, pero este sueño fue el más intenso y específicamente detallado que he experimentado. En el sueño, una persona daba a luz. El bebé salía y lo dejábamos de lado porque nos interesaba más la placenta. Al cabo de un rato, recordamos que nos habíamos olvidado del bebé y envolvimos rápidamente al niño, pero la placenta seguía siendo nuestro centro de atención. Vi la placenta completa con todos los residuos expulsados en un saco. El Señor me estaba mostrando que para algunos de ustedes este será su último empujón. Recibirán una liberación completa con todos sus desechos expulsados. La placenta es un órgano. Contiene los desechos de la sangre del bebé. La placenta se expulsa del cuerpo después del nacimiento, y tiene que hacerlo a través de un trabajo de parto, a través de pujar. El Señor me recordó cómo tenemos que pujar para dar a luz nuestro destino, liberación y profecías.

El nacimiento es algo por lo que hay que trabajar para ver resultados. La labor de parto se define como tener dificultad para hacer algo a pesar de trabajar duro, y el diccionario Webster lo define como “ejercer los poderes del cuerpo o la mente, especialmente con un esfuerzo doloroso o extenuante”. El Señor continuó revelándome que tenemos que esforzarnos si queremos algo, pero que las personas no están pujando ni haciendo ningún esfuerzo porque están atrapados en la pasividad y el estancamiento. Están cansados y se sienten derrotados en lugar de caminar en la victoria y la esperanza. A pesar de la oposición, hay que avanzar y poner lo que parece un esfuerzo doloroso y extenuante.

Juan 16:21 Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo.

Pujar es un esfuerzo vigoroso para obtener algo. Significa “empujar hacia adelante, hacia abajo o hacia fuera, avanzar usando la fuerza, esforzarse continua, vigorosa u ostensiblemente para obtener un fin, presionar enérgicamente contra la oposición”. Significa que tenemos que hacer un esfuerzo y ser enérgicos contra el reino de las tinieblas antes de que el reino de las tinieblas sea enérgico contra nosotros. Tenemos que pujar, jalar y hacer nacer para ver que nuestra liberación se realice, que las palabras proféticas se manifiesten y que los sueños y deseos lleguen a su plena manifestación. El Señor me revelaba que algunos no han conseguido su avance porque no lo están haciendo vigorosamente. Empiezan y lo dejan, van y se rinden. ¡Tienen que hacer un esfuerzo!

En 2 Corintios 10:3-5, habla de derribar tus fortalezas. “…pues, aunque vivimos en el mundo, no libramos batallas como lo hace el mundo. Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo”. Derribar nuestras fortalezas requiere esfuerzo, capturar cada pensamiento y llevarlo a la obediencia y someterlo a la Biblia. Puede ser agotador, pero debemos hacerlo continuamente.

La placenta contiene los residuos de la sangre del bebé y a través de este tiempo de impartición, el Señor reveló cómo compró nuestros residuos con Su Sangre. Jesús esta removiendo los desechos de nuestra sangre en este tiempo, pero tenemos que dar a luz y empujarlos hacia afuera. Tenemos que trabajar por ello intensamente. El me mostró claramente que, para algunas personas, esta será su hora final de trabajo de parto, el pujo final que tienen que hacer para ver su avance. Sean disciplinados y obedientes a lo que El los esta llamando a hacer. Sean intencionales y sean intensos para que puedan caminar en la plena manifestación de la voluntad de Dios para su vida. (Kathy DeGraw)

Isaías 44:22 He disipado como una densa nube tus transgresiones, y como espesa niebla tus pecados. Vuélvete a mí, porque yo te he redimido.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".