Por lo cual te recuerdo que avives el fuego del don de Dios que hay en ti por la imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio2 Timoteo 1: 6-7
Hay dos tipos de fuego en la vida: El fuego del Espíritu Santo que nos ayuda a arder por el Señor y el fuego de la aflicción, la adversidad , el dolor y la tristeza. Para muchos, las pruebas ardientes han apagado el fuego del Espíritu Santo en ellos. A otros, el fuego de la prueba los ha fortalecido. Podemos pasar por pruebas y arder con el fuego del Espíritu Santo o podemos permitir que los fuegos de la adversidad apaguen cualquier mecha humeante que nos haya quedado. Tenemos que decidir que las pruebas y tribulaciones no nos robarán la fe y la esperanza. Jesús fue tentado a través del fuego, pero no pecó. Se enfrentó a la presión y no se rindió. El sabe cómo nos sentimos en medio de la adversidad. Podemos correr hacia Él en tiempos de problemas. (Hebreos 4: 14-16.) Nate Johnston escribió:
“Hoy hay una lucha en mi espíritu. Puedo sentir al Espíritu Santo saltando dentro de mí, ardiendo con una ira justa contra la incesante resistencia que viene con el cuello de botella de la transición. Es el lugar donde la locura y el caos convergen porque el nuevo territorio el destino nunca han estado tan cerca. Es el lugar en el que si tú y yo no mantenemos el FUEGO ENCENDIDO podemos dormirnos durante la travesía y encontrarnos sin aceite para el banquete. Es ese lugar donde necesitamos mantener lo principal como lo principal y no permitir que las circunstancias dicten el resultado. Es ese lugar donde las distracciones vienen en todas sus formas y tamaños e incluso brillan para sacarte, pero este es también un lugar donde la FE y la ESPERANZA contagiosas prenderán incluso el corazón con esperanza diferida”.
“Puedo sentir un grito de batalla que empieza a surgir en mí, no sólo por mí, sino por una generación que ha anhelado ver llegar este día. Esto no es para el que quiere estar en los bancos, para cuestionar su llamado, o para contar todas sus pérdidas, esto es para el que quiere estar de pie, con las manos levantadas, el corazón despejado, listo para ver con sus propios ojos lo que su “SÍ OBEDIENTE” le está trayendo. Aquí es donde verán lo que el fuego ha revelado y abierto ante ustedes, y el deleite del Padre para mostrarles una herencia por la que muchos nunca soportan hasta el final para sostenerla con sus dos manos. “¡ESTO ES!”, Yo escucho. “No permitas que las circunstancias te mientan hoy. Pon tu cabeza en las nubes y verás lo que Yo estoy viendo. Haz tu cama y rehúsa acostarte en ella, pero DESCANSA en Mi bondad y carácter porque estás pasando de la LUCHA a la GLORIA”. En el nombre de Jesús” (Nate Johnston)
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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