Agradecida por la vida y la bondad de Dios

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Agradecida por la vida y la bondad de Dios

Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. Salmos 27:13

Este último año en medio de muchas pruebas he aprendido que Dios muchas veces nos rompe por completo para hacernos de nuevo, no es fácil estar en la rueda del Alfarero, pero somos barro en Sus manos (Jeremías 18:1-3). Todo lo que sucede en nuestra vida es parte del plan de Dios para llevarnos al lugar donde se cumplirá nuestro propósito y destino. Es cuando estamos allí que nos damos cuenta de que este aplastamiento no es para destrucción, es un viaje de la salvación a la transformación. Hoy 12 de Julio hace un año que recibía un diagnóstico médico de cáncer, mi vida tomó un giro inesperado, pero mientras estaba allí, en la rueda del Alfarero, un maravilloso misterio tuvo lugar dentro de mí. En medio del dolor y la incertidumbre, estaba disfrutando de Su favor y bendición mientras decía: “No hay nada que Yo no pueda resolver, sé el destino que tengo para ti. Porque, aunque el enemigo quisiera matarte, te digo que tengo una misión y un llamado para tu vida”.

Oré en silencio una oración de rendición diciendo: “Señor, me quedaré aquí en esta rueda toda mi vida si es necesario. Mi vida te pertenece y Tú eres todo lo que necesito”. En un de repente Dios liberó milagros creativos y sobrenaturales. Digo milagros porque no solo me sanó, sino que envío ángeles de carne y hueso para cuidarme, para interceder, para proveerme todo lo que iba a necesitar, y pude ver que los diagnósticos médicos cambian cuando truena la voz del Señor. La sanidad viene cuando el Dios del universo decreta desde los tribunales del cielo que Él está en medio de nosotros, y es poderoso para salvar y sanar. Esto ha producido en mi fe y esperanza porque he visto como Él me está haciendo más a Su imagen, en el proceso ha perfeccionado Su amor en esta vasija imperfecta. Ahora sé que pasar nuevamente por la rueda del Alfarero es para promoción. Viviré para ser las manos, la voz y el corazón de Jesús tocando a todo aquel que lo necesite.

No me detendré, seguiré cantando, haré famoso Su Nombre, le diré a todos, todos los días cuan maravilloso es El. Les daré las buenas nuevas de nuestro gran Salvador. Llevaré el mensaje de Su gloria y milagros a todas las naciones. Les contaré sobre las cosas maravillosas que Él ha hecho. (Salmos 96:2-3 TPT)

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".