Mirando hacia atrás a todo lo que has soportado, pasado, superado y conquistado, ¿lo que estás pasando ahora te va a romper? Por supuesto que no. Tu mayor desafío te ha preparado para la mayor victoria de tu viaje. Nunca estuviste solo, aunque las paredes parecían derrumbarse, ¡los cimientos siempre han sido fuertes! La temporada está llegando a su fin, y al final, terminarás por encima de tus propias expectativas. Te esperan muchas sorpresas. Algunas que creías lejanas y fuera de tu alcance. Ahora que la noche se acaba y el día llega a su plenitud, recuerda estas palabras: “Bienaventurados serán ustedes cuando por mi causa los insulten y persigan, y mientan y digan contra ustedes toda clase de mal. Gócense y alégrense, porque en los cielos ya tienen ustedes un gran galardón; pues así persiguieron a los profetas que vivieron antes que ustedes” (Mateo 5:11-12) Toma ahora estas palabras y deja que penetren en tu corazón. ¡He calmado la tempestad! (John Natale)
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