Sabrás entonces que yo soy el Señor, y que no quedarán avergonzados los que en mí confían. Isaías 49:23
Cuando comenzaba a despertarme esta mañana, tuve un sueño en el que sostenía una perla de gran precio en mi mano y escuché una multitud de voces que decían: “¡Esto nos ha costado demasiado! ¡Esto nos ha costado todo! ¿Para qué ha servido? ¿Fue en vano?” Y entonces comencé a escuchar las palabras de Mateo de 13:44-46. Cuando me desperté me eché a llorar porque sentí que Dios me estaba mostrando el camino que muchos de nosotros, los pioneros, hemos recorrido y cuál ha sido nuestra búsqueda. No se trata del circuito ministerial o de la vana búsqueda de un ideal o incluso un nuevo modelo o fórmula del Reino, ¡SE TRATA DE JESUS! Pero muchos se han sentido confundidos y en conflicto al llegar al año 2023 ya que han escuchado las mentiras del enemigo gritándoles: “¿Qué tienes que mostrar por tus pasos de fe? ¡Mira qué tonto te ves siguiendo a Jesús!”
Pregúntale a cualquier pionero, seguir a Jesús desde el año 2020 ha sido nada menos que tomar nuestra cruz. Han sido años del fuego refinador de (de todo) los ídolos religiosos y las motivaciones del corazón, la ambición y los apetitos han tenido que ser arrojados sobre el altar. Hasta ahora enero ha sido un torbellino de dudas, bajones increíbles y una profunda búsqueda del alma donde estos pioneros se han sentido aplastados más allá de aplastados, completamente derrotados. “¿Quizás ha llegado el tiempo de tirar la toalla?”, se han preguntado muchos. “¿Qué ha construido esto?”. Vi la deuda y las crecientes decisiones que muchos han tomado que parecen Ismael tras Ismael y fracaso tras fracaso. “¡Debo haber escuchado mal!” decían. “No he administrado muy bien mi llamado o mis recursos”. Pero luego, de repente, la perla comenzó a brillar en el campo y todo tuvo sentido: cada aparente decisión de Ismael comenzó a conectarse como un tejido intrincado de situaciones que solo podrían haber sido diseñadas por Dios mismo. 2022 fue la semilla que cayó al suelo y murió, pero en 2023 veremos cómo esa semilla de repente vuelve a la vida y florece.
Pioneros, sé que lo saben. Sienten esta nueva esperanza y el fuego parpadeando dentro de ustedes que hace que sigan caminando a ciegas hacia lo desconocido, pero veo el profundo pantano por el que todavía están vadeando. Es el pantano de las decepciones y la soledad, la angustia e incluso el tormento mental lo que ha cobrado su precio en el viaje, pero quiero animarlos a ¡SEGUIR! ¡SIGAN ADELANTE! Sí, el precio es alto y pocos van por este camino, pero han llegado hasta aquí y es tiempo de VER la tierra que Dios les mostró. Es tiempo de ver el FINAL, el CUMPLIMIENTO de la visión que los llevó a salir por la puerta principal en primer lugar.
Sé que este año ha llegado con su parte justa de aprensión y ansiedad para ustedes porque se siente como si, incluso frente a temores realistas y muchas incógnitas, ha habido un tirón de fe extrema para ir aún más lejos y arriesgarlo todo a un mayor nivel para esta búsqueda. Siento esa tensión de fe en el que se encuentran para pasar al siguiente nivel, mientras la gente a su alrededor grita “¡TONTOS!” Pero es tiempo de construirlo y ver cómo se hace realidad. ¡Háganlo más grande, el doble, sigan adelante! Fijen sus ojos en Jesús y miren lo que parece que fue en vano convertirse en trofeos de Su bondad y fidelidad este año. (Nate Johnston)
DIA 13 LECTURA BIBLICAS: Mateo de 13:44-46, Isaías capítulo 49, Hebreos 4:14-16 – En Isaías 49:4 leemos estas palabras: “Pero yo dije: “Por demás he trabajado; en vano y sin provecho he agotado mis fuerzas…” estamos escuchando un discurso de Cristo, tan claro. Estas no son las palabras de Isaías. No, son las palabras de Cristo. Es Cristo confesándole al Padre que estaba pasando lo que nosotros los humanos confrontamos. En su humanidad, el probó el mismo desánimo, el mismo desaliento, el mismo sufrimiento. Estaba teniendo los mismos pensamientos que nosotros hemos tenido “He malgastado mis fuerzas. Todo ha sido en vano.” Jesús nos enseñó el camino a seguir para salir del desaliento con esta aseveración: “En vano he trabajado… Pero mi justicia está en manos del Señor; mi recompensa está con mi Dios.” (Isaías 49:4). 2023 es un año de recompensa, restauración y avance. Anímate hoy con estas palabras.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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