Allí le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de Acor en una puerta de Esperanza. Oseas 2:15
Nuestra desobediencia a Dios y su palabra puede llevarnos a lugares oscuros. Ninguno de esos lugares es tan oscuro y desesperanzado que pueda vencer el gran amor de Dios por nosotros. Su amor siempre prevalecerá.
El Señor le pidió al profeta Oseas que se casara con una prostituta llamada Gomer. El matrimonio fue un acto profético muy impactante. El matrimonio revelaría la infidelidad de Israel hacia Dios. Gomer tuvo dos hijos con Oseas. El Señor dijo que nombrara a los dos hijos “No Amado” y “No son Mi Pueblo” para hacer referencia al fracaso de Israel en honrar y obedecer al Señor. Después de los fracasos de sus muchos amantes y las bendiciones que ella afirmaba provenían de sus amantes, no de Dios, el Señor llevó a Gomer al desierto donde reveló su objetivo final: “Pero después la conquistaré de nuevo. La llevaré al desierto y le hablaré con ternura allí” (Oseas 3:14). El Señor comienza la restauración de su pueblo después de temporadas de dolorosas consecuencias por sus pecados con palabras de compasión, como un hombre que ama tiernamente a su esposa. Todo esto sucede en un desierto emocional donde solo tenemos a Dios como nuestra esperanza de restauración.
Todo se perdió en la vida de Gomer cuando sus muchos amantes la abandonaron en su momento de necesidad. En ese lugar de abandono y pérdida, el Señor dijo: “Le devolveré sus viñedos y transformaré el Valle de la Angustia en una puerta de esperanza. Ella se entregará a mí allí, como lo hizo hace mucho tiempo cuando era joven” (vs. 14-15). En las aguas sucias de la vida de Gomer, Dios tenía otro plan, un plan de belleza, intimidad y restauración: “Te tomaré por esposa para siempre, mostrándote justicia y rectitud, amor inagotable y compasión. Seré fiel a ti y te haré mía, y finalmente me conocerás como el Señor” (19-20).
En los momentos de nuestras vidas cuando nuestro pecado nos ha llevado por mal camino y la condenación viene a pronunciar palabras de muerte sobre nuestro futuro, Dios restaurará todo lo que se ha perdido si nuestros corazones están abiertos a sus amorosos avances de restauración. Las palabras del Señor habladas en el desierto de la pérdida de Gomer son conmovedoras: “Finalmente me conocerás como el Señor”. Conocer a Jesús como nuestro Señor cambia cómo elegimos vivir nuestras vidas. Sin la señoría de Jesús atrayéndonos hacia Él cada día, nuestro amor se desviará llevándonos a lugares de prostitución espiritual lejos del corazón y el plan de Dios para nuestra vida (Una palabra de Garris Elkins)
DIA 12 ENFOQUE DE ORACION
Lecturas bíblicas para hoy: Oseas capítulos 1 y 2 Joel capítulo 2 – Cuando nos desesperamos ante Dios debido a nuestra desobediencia, el Señor abrirá un camino para restaurar nuestra relación con Él demostrando la profundidad de Su amor. Nunca hay un momento en el que recuperar nuestra esperanza no sea posible para aquellos que están alejados de Dios y de Su propósito para sus vidas. Hasta nuestro último aliento, reavivar nuestra esperanza siempre es posible si entendemos el corazón de Dios.
Oremos:
Señor, hoy vengo a ti para depender únicamente de los rayos fortalecedores de tu presencia. Seguro estoy que en medio de mi oscuridad me alumbrará el sol de tu justicia. Señor, no quiero la vida fácil si no voy a tener la calidad de hijo que quieres tener. Me pongo en tu altar y te pido que me perdones, quita de mi lo que no te agrada. Límpiame más y más de mi maldad y mi pecado. Hoy me moveré en la seguridad de protección que me da el valor y poder de Tu Sangre. Señor, Tengo acceso libremente ante tu trono por el perdón de mis pecados logrado a través de la Sangre de Jesús. Gracias te doy por darme la oportunidad de regresar a ti y esperar ante tu altar. Me arrepiento de haberme desviado y me abandono ahora en tus brazos. Gracias porque tu bendición viene a mi vida de manera hermosa como la lluvia a la tierra sedienta cuando estoy listo a oír tu voz y obedecerla. Hoy estoy seguro de que no estoy desamparado, sino que el Consolador está a mi lado para fortalecerme y no negarme su bondad y amor. Señor, Gracias por darme lo más preciado del mundo Tu amado hijo.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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