Entonces Él me dijo: Profetiza al espíritu, profetiza, hijo de hombre, y di al espíritu: «Así dice el Señor Dios: “Ven de los cuatro vientos, oh espíritu, y sopla sobre estos muertos, y vivirán”. Ezequiel 37:9
Escuché al Espíritu Santo decir que el Señor está enviando ángeles sobre los cuatro vientos de Dios para rejuvenecer a aquellos que están muertos espiritualmente, para traer un despertar y avivamiento para que su ejército del fin de los tiempos pueda surgir con poder. Lo escuché decir: “Han estado bajo grandes ataques, pero ahora Yo les digo que es tiempo de despertar. Han soportado mucho en el fuego, buscando Mi voluntad y no sus propios deseos; ahora estoy soplando un aliento fresco para levantarlos más alto. He aumentado su capacidad para soportar. Lo que una vez fue fugaz y oscuro ahora será conocido como firme y seguro.”
¡LEVANTENSE!
Durante semanas, he estado escuchando repetidamente: “LEVANTATE BRAZO DEL SEÑOR” Isaías 51:9 dice: “¡Despierta, brazo del Señor! ¡Despierta y vístete de fuerza! Despierta, como en los días pasados, como en las generaciones de antaño. ¿No fuiste tú el que despedazó a Rahab, el que traspasó a ese monstruo marino?” La palabra “despierta” en hebreo también significa “levantarse y despertarse”. Permitan que el brazo del Señor despierte en ustedes. Permitan que Su fuerza se levante en ustedes. No permitan que el miedo gobierne. La furia del opresor será silenciada porque el Señor de los ejércitos tiene la victoria (Isaías 51:13-15). Tomen su espada y declaren la Palabra del Señor. Él quiere usarlos para vencer, recuperar lo que el enemigo les ha robado y establecer el Reino de Dios en medio de ustedes.
Isaías 51:16 He puesto mis palabras en tu boca y te he cubierto con la sombra de mi mano. He establecido los cielos y afirmado la tierra y he dicho a Sion: “Tú eres mi pueblo”.
¡ESTAMOS EMPODERADOS!
A lo largo de este año, el Espíritu Santo ha estado enfatizando en mí la autoridad y el poder que se han dado al Cuerpo de Cristo. Hace unos meses, Él me abrió una revelación más profunda de esto en Efesios 1:19-20 que dice: “…y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales.” ¿Escuchan esto? ¡Recíbanlo! Cuando creen, el poder en ustedes obra en la misma medida y el mismo grado que el poder que resucitó a Cristo de entre los muertos.
ESTAMOS SIENDO ENVIADOS
¡Cristo los envía con Su autoridad! Juan 17:18 dice: “Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo”. Juan 20:21 dice: “Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío”. Jesús es la cabeza de Su Cuerpo, la Iglesia. La cabeza representa autoridad y poder y da dirección a las partes del cuerpo. Somos enviados por Jesús, en Su autoridad, para funcionar en Su nombre en la tierra.
¡La cabeza de la serpiente está cortada! ¡No den lugar al enemigo en su vida! La espada del Espíritu rompe los ataques de Satanás, tal como lo hizo cuando Jesús fue tentado en el desierto (Lucas 4). Él declaró la Palabra de Dios y Satanás lo dejó por un tiempo. Escuché al Señor decir: “Toma tu espada y toma tu posición, porque he dicho que la victoria está cerca. Ahora ve y posee la tierra. No retrocedas ante la oposición. Te envío equipado, empoderado y plenamente comisionado.”
DECLARACION
Todo plan maligno contra mi vida, mi familia y mi ministerio; toda hechicería y cada maldición, hechizo, invocación y maleficio, está roto en el nombre de Jesús. Cualquier espíritu demoníaco, familiar, todo espíritu que obstaculice el plan y propósito de Dios en mi vida, familia o ministerio, le ordeno que se vaya, en el poderoso nombre del Señor Jesucristo de Nazaret, que tiene todo dominio y poder. Declaro que la Sangre de Jesús, que fue derramada en la Cruz, anula todos los planes del enemigo. Rompo el cansancio, la pereza, la pasividad, la incredulidad y la duda. Hablo a mi carne y a mi alma, por el Espíritu del Dios viviente que habita en mí, y declaro: Ríndanse y alinéense con los propósitos y planes de Dios que fueron escritos y declarados desde antes de que se formara el mundo. Por el poder y la autoridad del Señor Jesucristo, por la autoridad de Su Palabra, Su nombre, y el poder de Su Sangre para Su dominio eterno en este tiempo y en el venidero, declaro las palabras del Señor en la Cruz: “CONSUMADO ES.” Tomo mi espada, la Palabra de Dios, y avanzo por la puerta de la guerra hacia la victoria. En el poderoso nombre del Señor Jesucristo el Mesías, Yeshúa Hamashíaj, y para que la gloria de Dios sea vista y conocida, ¡Amén! (Una palabra de Alane Haynes)
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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