En sus manos está la vida de todo ser vivo y el aliento que anima a todo ser humano. Job 12:10
La palabra hebrea RUAH significa “viento”, “aliento” o “espíritu”. La palabra griega correspondiente es pneuma. Ambas palabras se usan comúnmente en los pasajes que se refieren al Espíritu Santo. El primer uso de la palabra en la Biblia aparece en Génesis 1:2 “El Espíritu de Dios se movía sobre las aguas” En Génesis 6:17 RUAH se traduce como “aliento de vida”. Génesis 8:1 usa RUAH para describir el “viento” que Dios envió sobre la tierra para disminuir las aguas del Diluvio. El ataque del enemigo ha sido implacable, muchos necesitamos un tiempo para recibir el viento vivificante del Espíritu de Dios para revitalizarnos. Oro porque esta palabra de Wanda Alger cobre vida en cada uno de nosotros.
El Señor dice:
“Muchos han estado esperando en Mí y buscando Mi voz. Muchos han estado escondidos en sus cuevas buscando una señal de Mi presencia y poder en medio de la batalla del enemigo. Yo les digo que, este día marca el comienzo de una nueva temporada. Los vientos del cambio han comenzado a soplar. Las oraciones de los santos han conmovido Mi corazón y estoy comenzando a soplar Mi aliento por toda la tierra. Este es el tiempo. Los vientos de esta nueva temporada iniciarán una progresión de Mi Espíritu que traerá grandes cambios sobre la tierra. Permitan que estos vientos hagan su trabajo mientras alejan la paja de los impíos y preparan el camino para nuevo crecimiento y nueva habitación. Lo viejo debe desaparecer para que lo nuevo pueda emerger y un ejército de huesos secos pueda resucitar a una nueva vida”.
“Pero por fuertes que sean Mis vientos, no encontrarán las respuestas que buscan en el viento. Deben continuar firmes y observar, pues mucho acontecerá para que puedan oír con claridad Mi voz. Habrá sacudidas y fuegos, pero no son la palabra final. Son solo demostraciones que harán que los hombres se maravillen y los corazones se vuelvan. Pues nada de lo que el hombre puede hacer, ni nada que el enemigo puede reunir, traerá el desenlace que he planeado. Aun cuando ocurran grandes sacudidas, sepan que son parte de Mi proceso divino. Nada sucede sin Mi supervisión y gobierno”.
1 Reyes 19:11-13 El Señor le ordenó: —Sal y preséntate ante mí en la montaña, porque estoy a punto de pasar por allí. Mientras estaba allí, el Señor pasó y vino un viento recio, tan violento que partió las montañas y destrozó las rocas, pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto, pero el Señor tampoco estaba en el terremoto. Tras el terremoto vino un fuego, pero el Señor tampoco estaba en el fuego. Y después del fuego vino un suave murmullo. Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto y, saliendo, se puso a la entrada de la cueva. Entonces oyó una voz que le dijo: —¿Qué haces aquí, Elías?
“Deben continuar observando y escuchando Mi voz por encima de la batalla. Mis ovejas conocen Mi voz y solo será cuando caiga el silencio que Me conocerán como verdaderamente Soy. Esperen en la quietud y hablaré al más íntimo de los corazones de los hombres. Responderé las preguntas. Dirigiré su rumbo. Y les aseguraré Mi propósito para todo lo que ha acontecido. El enemigo los ha probado, pero no los ha vencido. No están derrotados. Las amenazas del enemigo son solo ecos de una batalla que ya perdió. Permanezcan firmes y atentos. No hablaré como lo hice antes. Pero Mi presencia será conocida. Inclínense ante Mi voz apacible y delicada en medio del caos y seguramente Me encontrarán. Es entonces cuando comenzará su nueva comisión”. (Wanda Alger)
Ezequiel 37:9 NTV Luego me dijo: «Hijo de hombre, anuncia un mensaje profético a los vientos. Anuncia un mensaje profético y di: “Esto dice el Señor Soberano: ¡Ven, oh aliento, ven de los cuatro vientos y sopla en estos cuerpos muertos para que vuelvan a vivir!».
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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