Y Moisés dijo al pueblo: Acordaos de este día en que salisteis de Egipto, de la casa de esclavitud, pues el Señor os ha sacado de este lugar con mano poderosa. Éxodo 13:3
Hoy, mientras viajábamos, tuve una visión de una línea de sangre pintada en el suelo que parecía la frontera entre estados o naciones. Luego vi a personas acercarse a la línea y poner cosas en un bote de basura antes de saltar sobre la línea. Al instante pensé en la seguridad de la frontera australiana y en cómo es ilegal traer semillas de otras naciones que puedan dañar nuestro hábitat.
Entonces dije en voz alta: “Las semillas viejas han tenido que morir para poder cruzar”. Luego el Señor dijo: “Getsemaní sigue siendo un jardín” y me impactó. Hemos estado en una temporada donde el Señor nos ha estado llevando a través de la mayor temporada de purificación que hemos visto hasta ahora. Se siente como muerte. Pero no para nosotros, sino para el lugar antiguo en el que hemos estado. Pero algo ha cambiado.
Apocalipsis 12:11 Ellos lo vencieron por medio de la sangre del Cordero y por la palabra del testimonio de ellos, y no amaron sus vidas, llegando hasta sufrir la muerte.
“Has cruzado y ni siquiera te has dado cuenta. Pasaste tanto tiempo orando y luchando por un cambio y ahora está sobre ti. Siempre comienza espiritualmente antes de manifestarse en lo natural, pero ha sucedido. Esta Pascua fue un cruce hacia un cambio interno de proporciones épicas. Tu apetito y afectos han cambiado. Tu visión se está actualizando rápidamente en tiempo real. No puedes explicar cómo te sientes porque todavía estás tratando de ubicarte, pero sabes que tus pies están a punto de moverse y sientes los vientos de cambio y la sacudida de una transición de un buen tipo debajo de ti. Te has sentido tan perdido especialmente en los últimos meses, pero puedes comenzar a percibir la lluvia en el aire después de la sequía y sentir que todo está a punto de conectarse”.
Salmos 68:7-9 RVC Dios nuestro, cuando saliste al frente de tu pueblo, cuando anduviste por el desierto, la tierra tembló. Al verte, Dios de Israel, los cielos derramaron su lluvia; ante tu presencia, el monte Sinaí se estremeció. Tú, Dios nuestro, derramaste abundante lluvia, y a tu exhausta tierra infundiste vida.
“El vacío y el sufrimiento son parte del proceso que inevitablemente te conducirán a un día completamente nuevo y a un nuevo viento… El enemigo se ha enfurecido y ha buscado robar, matar y destruirte desde todos los ángulos, pero NADA puede detener lo que el Señor está a punto de hacer en tu vida. ¡NADA! ¿Sabías que la presión y la trituración solo te aumentan después de un tiempo? ¿Lo sabes tú?”
Ahora déjame profetizar: Estás volviendo a tu plenitud. Estás regresando desde el borde de la muerte y saliendo del abismo oscuro en el que has estado viviendo, y no solo habrá un regreso sino que habrá INTERESES pagados por todo lo que te fue robado y arrebatado. La sangre de Jesús ha hablado sobre ti y ha declarado “¡PASCUA!”, pero ahora el Señor está declarando sobre ti “¡TU CRUCE ESTA AQUI!” Así que, levántate de tu lecho de enfermo, sacúdete la derrota y la miseria y profetiza de nuevo, hijo/hija, ¡porque está aquí en el nombre de Jesús! (Nate Johnston)
Salmos 77:12-15 Sí, haré memoria de tus maravillas de antaño; meditaré en todas tus obras, y proclamaré todos tus hechos. Santo es, oh Dios, tu camino; ¿qué otro dios es tan grande como tú, Dios nuestro? Tú eres el Dios que hace maravillas; has manifestado entre los pueblos tu poder. Con tu brazo diste libertad a tu pueblo, a los descendientes de Jacob y de José.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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