Todos los que están aquí reconocerán que el Señor salva sin necesidad de espada ni de lanza. La batalla es del Señor y él los entregará a ustedes en nuestras manos. 1 Samuel 17:47
Escuché al Señor decir: “Estoy liberando una unción Davidica sobre Mi pueblo. No te compares con el tamaño de los gigantes, sino compara a los gigantes con el tamaño de tu Dios. No temas. Rehúsa ser intimidado por tus circunstancias. Yo no me intimido. Yo Soy el Dios de lo imposible. Mi brazo no es demasiado corto para salvar. Prepárate para ver grandes liberaciones y victorias milagrosas en esta hora. No toleraré otro Saúl. Los Saúles están siendo removidos de sus posiciones porque Yo ya no estoy con ellos. Mis hijos no serán llevados a la derrota”.
Cuando Saúl escuchó las burlas de Goliat, sucumbió al miedo, y los hombres de Israel temblaron de terror. Sin embargo, cuando David escuchó las palabras desafiantes del gigante, su corazón se fortaleció con fe. Si tú, así como David y el ejército de Israel, estás rodeado por circunstancias actuales que han menospreciado a Dios y su poder, entonces escucha la palabra profética del Señor. Dios dice: “¡Ha llegado el tiempo de que seas testigo de victorias de tamaño gigante!”. Cuando el Señor comenzó a hablarme acerca de la unción davidica que vendría sobre Su Iglesia, rápidamente abrí mi Biblia en 1 Samuel 17 y leí la historia de David y Goliat. Él me reveló algunas verdades poderosas.
En primer lugar, el Señor me mostró que Saúl escuchó las mismas burlas del gigante que David. Sin embargo, causó miedo en su corazón, mientras que cuando David escuchó las mismas palabras, su espíritu se agitó dentro de él y dijo: “¿Y ahora qué hice?” (1 Samuel 17:29). Fue activado en su propósito. Este fue un momento de destino para él, y este es un momento de destino para muchos de ustedes. Dios había orquestado este tiempo para llevar a David al campo de batalla como libertador de Su pueblo. Tu mayor batalla servirá como catalizador para tu promoción y elevación.
Sin dudarlo, David se acercó a Saúl, ofreciéndose voluntariamente para pelear contra el gigante. Saúl le dijo a David: “No eres capaz”. Así como a David, algunas personas pueden haber hablado palabras de duda y limitación sobre ti, decretando que no podrías cumplir el llamado de Dios en tu vida. Sin embargo, David respondió recordando su historia con Dios. Tú también tienes una historia con Dios.
La segunda revelación que el Señor me mostró fue que David recordó todas sus victorias pasadas dadas por Dios y las repitió. ¡Tú también debes recordar todos los avances que el Señor te ha dado! Así como David triunfó sobre el león y el oso, sin duda, el gigante al que te enfrentas también caerá ante ti.
La tercera revelación que el Señor me dio fue que Satanás buscaba impedir a David, para que no estuviera libre para luchar. No te sientas atado por la vieja piel y los mantos no probados. Saúl armó a David con su armadura, que representa un tipo de manto o cobertura. Es importante destacar que las intenciones de Saúl probablemente no eran puras. Reconoció la mano de Dios sobre David, después de todo, David fue llevado al palacio para tocar música que calmaría a Saúl durante los tiempos en que el espíritu maligno lo atormentaba. Saúl una vez fue ungido por Dios pero perdió su unción debido a su desobediencia. Al estudiar la naturaleza celosa de Saúl, es fácil concluir que poner su armadura en David era una forma de reclamar parte del crédito por la victoria.
Afortunadamente, David reconoció que no podía ir con el manto restrictivo (armadura) que no había probado. Se lo quitó, así que tú también debes desechar toda cobertura y agenda demoníaca que pueda estar trabajando en tu contra.
La cuarta y última revelación que el Señor me habló fue que la victoria que Dios dio a David y te está dando a ti es sobrenatural. No confíes en formas naturales de liberación. Así como David declaró sin temor a Goliat: “yo vengo a ti en el nombre del Señor de los Ejércitos” (1 Samuel 17:45). Él no estaba luchando con su propia fuerza, poder o habilidades. Fue enviado en una misión para derrotar a los enemigos de Dios y liberar a Su pueblo. David entendió que esto no se trataba de él. Era para que toda la Tierra supiera que hay un Dios en Israel.
“David corrió y se puso frente al ejército para enfrentarse al filisteo (1 Samuel 17:48). La palabra “corrió” significa ir rápidamente como un león a la carga. Escuché al Señor decir: “¡No más demora! Este es tu tiempo de enfrentarte a tu enemigo“. Es una pelea fija, y tu la ganarás. Jesús ya te ha dado la victoria. El gigante está cayendo hoy. David tomó la piedra y la arrojó a la frente de Goliat, y cayó al suelo. David se paró sobre el gigante filisteo, tomó su espada y le cortó la cabeza. David no se detuvo en una victoria parcial. Continuó y este es tu tiempo para la VICTORIA COMPLETA. Cuando el ejército de Israel vio la gran victoria de David, se levantaron y persiguieron a los filisteos. ¡Prepárate! Serás un agente de despertar para aquellos que están sumidos en el letargo del miedo y la derrota.
Al leer las palabras, “David corrió y se puso sobre el filisteo y tomó su espada” (1 Samuel 17:51), escuché al Espíritu Santo decir: “La batalla ha sido intensa, pero un cambio está llegando. Este es tu tiempo”. Cuando David se paró sobre el gigante, Goliat se convirtió en una plataforma que trajo elevación tanto literal como figurativamente. Dios está preparado para hacer lo mismo por ti. Las mismas armas que estaban destinadas a destruirte serán utilizadas contra tu adversario. ¡Cortarás la cabeza del gigante! Hoy marca un cambio crucial en tus circunstancias. Da un paso al frente con fe y mira cómo Dios obra en ti. (Una palabra de Andrew Towe)
1 Samuel 17:45 David contestó:—Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo a ti en el nombre del Señor de los Ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien has desafiado.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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