Cuando llegaron de nuevo a Jerusalén, Jesús entró en el templo y comenzó a echar a los que compraban y vendían animales para los sacrificios. Volcó las mesas de los cambistas y las sillas de los que vendían palomas, y les prohibió a todos que usaran el templo como un mercado Les dijo: «Las Escrituras declaran: “Mi templo será llamado casa de oración para todas las naciones”, pero ustedes lo han convertido en una cueva de ladrones» Marcos 11:15-18
JESÚS HA ENTRADO EN NUESTROS TEMPLOS MODERNOS Y ESTÁ VOLCANDO LAS MESAS:
- La mesa de una religión legalista y sin gozo, que nos priva de la libertad de una verdadera intimidad con el Espíritu Santo.
- La mesa de un cristianismo “de celebridad” que idolatra al hombre en lugar de adorar a Jesús.
- La mesa del Complejo Industrial Cristiano que ha convertido el Evangelio en un negocio de poder, competencia y codicia.
- La mesa de un liderazgo impío e inmoral que controla manipula y silencia a los hijos de Dios.
- La mesa del complacer a los hombres y el temor al hombre, que inhibe a los creyentes de expresarse plenamente en Cristo.
- La mesa de los viejos alineamientos y falsas lealtades que impiden a los santos entrar en el nuevo territorio que el Padre les está presentando.
- La mesa de la teología liberal “progresista” que neutraliza el Evangelio de su poder transformador.
- La mesa de las iglesias “sensibles al buscador” que endulzan la verdad para apaciguar a la cultura.
- La mesa del evangelismo estéril y rígido que niega el poder y los dones del Espíritu Santo.
- Jesús está expulsando fortalezas de mentiras y engaños demoníacos que han mantenido a Su pueblo en cautiverio por demasiado tiempo. ¡Jesús quiere purificar Su iglesia! Está restaurando la adoración en Espíritu y verdad.
JESÚS ESTÁ HACIENDO VOLVER A SU PUEBLO A:
- La obediencia radical y la santidad.
- La reverencia y el temor del Señor.
- La oración apasionada y perseverante.
- La dependencia completa del Espíritu Santo.
- La profundidad y el discipulado.
- La autoridad del Reino y el poder sobrenatural.
- El ministerio profético verdadero y auténtico.
- El evangelismo audaz y la compasión genuina por los perdidos.
- La comunidad de Hechos 2, amorosa y dedicada.
- La predicación ungida de la Palabra.
- El liderazgo servicial y piadoso que capacita y equipa a los santos.
Jesús prometió: «EDIFICARÉ MÍ IGLESIA» (Mateo 16:18) Es SU iglesia. Y Él todavía la está edificando. Está preparando a Su pueblo para una intensa turbulencia, incluso persecución, que se avecina. Pero también para una cosecha sin precedentes de almas, y finalmente, Su glorioso regreso. Jesús no regresará por una Novia comprometida, tibia, medio entregada, sin pasión y sin poder. Él desea un remanente radical, devoto, sin mancha, empoderado por el Espíritu, que se mantenga valientemente por la justicia y demuestre Su Reino.
El espectáculo ha terminado. El León de Judá está rugiendo. Un viento fresco está soplando. Un remanente está surgiendo. Estás invitado a ser parte de ello. Tú eres el templo de Su Espíritu Santo. Él te ha limpiado y empoderado. Tienes todo lo que necesitas en Cristo. Es hora de vivir como tal. JESÚS ESTÁ VOLCANDO LAS MESAS. (Una palabra de Craig Cooney)
1 Corintios 6:19-20 ¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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