Nos hicieron creer que el amor debe sentirse como una tormenta de emociones. Que si no te acelera el corazón con cada mensaje, entonces no es amor. Que si no hay incertidumbre, entonces no es emocionante. Que si no hay un poco de caos, entonces no vale la pena.
Pero aquí está la verdad: las mariposas pueden ser engañosas. Pueden aparecer con la emoción de lo nuevo, con la adrenalina de lo prohibido o con el misterio de lo incierto. Continuar Leyendo »