Hay cosas que una no entiende… hasta que se convierte en mamá.
Antes de tener hijos, pensaba que lo más difícil sería el parto. Que el cansancio era algo que se solucionaba con dormir. Que las decisiones se tomarían en oración y paz. Que los hijos crecerían en línea recta, como lo habíamos planeado.
Pero entonces llegan las noches sin dormir.
Los berrinches en público.
Las preguntas que no sabes responder.
Las lágrimas que escondes en el baño para no preocupar a nadie. Continuar Leyendo »