Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás. ¿Crees esto? Juan 11:25-26
La resurrección, la vida y la fe tienen una relación proporcional que es necesario comprender si queremos superar lo que nos espera en el futuro. La desesperanza puede convertirse en poder de resurrección. Marta y María habían perdido toda esperanza de volver a ver a su hermano. Continuar Leyendo »
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Por eso los fieles te invocan en momentos de angustia; caudalosas aguas podrán desbordarse, pero a ellos no los alcanzarán. Tú eres mi refugio; tú me protegerás del peligro y me rodearás con cánticos de liberación. Salmos 32:6-7
Mientras buscaba a Dios en oración para julio (el séptimo mes), recordé que el número siete tiene que ver con lo completo y la perfección. Dios creó el mundo en siete días (Génesis 2:1-3). El número siete también habla del descanso (Génesis 2:2-3). Continuar Leyendo »
Pero los que esperan en el Señor renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán. Isaías 40:31
Creo que estamos en una temporada en la que Dios está desempolvando las alas rotas de una compañía de águilas que se han enfrentado a una oposición extraordinaria que les ha hecho perder el vuelo y posarse en el valle en lugar de remontarse en los lugares altos. Continuar Leyendo »
Que mi vindicación venga de tu presencia; que tus ojos vean con rectitud. Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche; me has puesto a prueba y nada hallaste; he resuelto que mi boca no peque. Salmos 17:2-3 LBLA
La semana pasada me desperté en medio de la noche con el peso de la presencia de Dios y Su Espíritu recorriéndome de pies a cabeza. Tan pronto como estuve alerta, Él habló con gran pasión: «¡VENGO CON VINDICACIÓN!». Continuar Leyendo »
1. TIEMPO DE SUMERGIRSE SIETE VECES
Ciertamente estoy convocando a mi pueblo a una nueva estación, suelta la carga, tu deseo de hacer las cosas con tu propias fuerzas, a tu manera, no seas sabio en tu propia opinión, yo estoy quebrando tu dura cerviz, tu orgullo, tu autosuficiencia, sumérgete en mi presencia una y otra vez, prueba mi voluntad buena agradable y perfecta, ven al lugar de mi habitación, siete veces como Naamán y saldrás limpio, sano, restaurado, y a un nuevo tiempo de milagros. Continuar Leyendo »
