Los que miraron a él fueron alumbrados, Y sus rostros no fueron avergonzados. Salmos 34:5
Las cosas que te distraen de Mi Presencia, déjalas a un lado, suéltalas y mírame a Mi. Los problemas que vienen para irritarte y agitarte, déjalos a un lado y mírame a Mi. Las preocupaciones y los problemas que enfrentas, déjalos a un lado y mírame a Mi.
Yo soy fuerte y te tengo cubierto (a). Te conozco por nombre, En Mi presencia, las preocupaciones de este mundo disminuyen. Mis brazos eternos están rodeándote. No tengas temor de venir a Mi. Yo Soy tu Escudo y tu Torre Fuerte. No te preocupes por las cosas que ves ante ti. Muchas de las cosas han venido a tu camino tan solo para distraerte y alejarte de Mi. Tu eres Mi primer amor y Yo Soy el que cumple tus sueños, El que hace que se conviertan en realidad. Mis promesas son verdaderas. ¡Nunca te dejaré! Yo haré un camino recto y enderezaré el terreno para que puedas ver. ¡Mírame!
Yo te daré claridad y te mostraré los nuevos planes que tengo para ti cuando me mires. Tu verdadero propósito está fundamentado en Mi. ¡Mírame! No te pierdas. Ven a Mi presencia. Déjame llenarte, Mi paz fluirá como un río. Te enseñaré las cosas de Mi Reino. Mis caminos. Mis propósitos. Saldrás de Mi presencia con nuevas estrategias y claridad. Permíteme refrescar tu perspectiva y las cosas irán sin dificultades.
Nada de lo que has hecho y nada de lo que hagas hará que te ame más. Puedes confiar en Mi. Te conozco desde el principio. Mi amor es tu perfecta fortaleza. Mi amor es tu Torre Fuerte. Mi amor es tu Escudo. Camina Conmigo y recibirás las mayores profundidades de Mi amor mientras me miras. Quiero que descanses en Mi amor. Tu vida entrará en un alineamiento mientras Me miras. Yo soy el eterno amor. (Verónica Kilrain)
Romanos 8:35-37 ¿Acaso hay algo que pueda separarnos del amor de Cristo? ¿Será que él ya no nos ama si tenemos problemas o aflicciones, si somos perseguidos o pasamos hambre o estamos en la miseria o en peligro o bajo amenaza de muerte? (Como dicen las Escrituras: «Por tu causa nos matan cada día; nos tratan como a ovejas en el matadero» Claro que no, a pesar de todas estas cosas, nuestra victoria es absoluta por medio de Cristo, quien nos amó.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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