Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla, ora, me busca y se arrepiente de su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré sus pecados y devolveré la salud a su tierra. 2 Crónicas 7:14
Esta convocatoria surgió en el corazón de Dios, a través de mi Pastor Rony Madrid, luego del desastre natural que sacudió Guatemala con la erupción del volcán de fuego. Ha sido doloroso ver tanta muerte y destrucción. Sin embargo, No existe lugar en el mundo que no esté en crisis. Culturalmente, económicamente, políticamente, éticamente o espiritualmente. Muchos estamos repentinamente alarmados por las pruebas, juicios y ataques sorpresivos que parecen llegar en este tiempo. Todos queremos ver cambios, pero para que Dios cambie nuestras ciudades y naciones, en primer lugar, debe haber un cambio en nuestro corazón, debemos tener una visitación personal radical.
Todo lo que necesitamos en este momento fluirá desde un corazón contrito y humillado delante del Señor. Necesitamos arrepentirnos y pedir perdón por nuestros pecados y ponernos en la brecha por nuestras naciones. Jesús reprendió a las ciudades de Corazín y Betsaida porque no se arrepintieron, a pesar de ver los milagros poderosos que hizo (ver Mateo 11:20-24). La palabra arrepentimiento es el término griego “metanoeo” que significa “cambiar nuestra mente, arrepentirnos, cambiar nuestra mentalidad para mejor, querer enmendar con todo el corazón nuestros errores y pecados». Alguien dijo: Arrepentirse no es llorar, sino cambiar.
La respuesta es el arrepentimiento que nos lleve otra vez hacia el favor de Dios. En 2 Crónicas 7:14 vemos la siguiente promesa: “… si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra”. Aquí vemos que el Señor reclama cuatro cosas para sanar un territorio: HUMILDAD, ORACION, BUSCAR SU ROSTRO, Y ARREPENTIRSE DE LA MALDAD. Necesitamos examinar nuestros propios corazones. Debemos apartarnos de lo que nos impide acceder a nuestra herencia en Dios, volvernos de nuestros caminos perversos y abrazar la humildad que nos llevaría a orar y buscar el rostro del Señor.
A partir del LUNES 18, en el devocional diario, estaré compartiendo el ENFOQUE DE ORACION, para ayudar a todos aquellos que no saben cómo hacerlo. Lo importante es el ARREPENTIMIENTO. No hay un ayuno específico, ayune como el Espíritu Santo lo dirija. Puede ser que algunos ayunen un día a la semana, otros tres, o los veintiún días con ayuno de Daniel comiendo solo legumbres, frutas, verduras. Cuando usted come una ensalada en lugar de un filete, Dios lo toma en cuenta. Cuando usted renuncia a los postres o a su chocolate favorito, Dios lo toma en cuenta. Pero tome en cuenta que, si su deseo es estar más cerca de Dios experimentando Su favor y gracia, el ayuno será realmente una fuente de poder. Acérquese CON HUMILDAD A BUSCAR EL ROSTRO DEL SEÑOR CON VERDADERO ARREPENTIMIENTO durante estos veintiún días.
Cuando tengamos hambre de Dios, Él nos llenará. Nuestra humildad, a través del ayuno y el arrepentimiento, serán recompensados con misericordia en lugar de juicio.
Proverbios 28:13 El que encubre sus pecados no prosperará, mas el que los confiesa y los abandona hallará misericordia.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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