En esos momentos en que nos enfrentamos a lo incierto y lo desconocido Dios nos dice: “Yo los estoy protegiendo del mundo que los rodea, mientras se despojan de su piel, su vieja vida, el pasado, mientras pasan por la transformación desordenada, fea y difícil y mientras les crecen las alas para volar. Cuando, y sólo cuando estén listos, Yo se los revelaré. Es por su protección, porque la belleza, la fuerza y la gracia en la que están creciendo será para Mi gloria. ¡Yo los revelaré para Mi gloria!”
2 Samuel 22:2-4 «¡Dios mío, yo te amo porque tú me das fuerzas! Tú eres para mí la roca que me da refugio; ¡tú me cuidas y me libras! Me proteges como un escudo, y me salvas con tu poder. ¡Tú eres mi más alto escondite! Tú mereces que te alabe porque, cuando te llamo, me libras de mis enemigos.
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