El que me libra de mis enemigos. Ciertamente tú me exaltas sobre los que se levantan contra mí; me rescatas del hombre violento. Salmos 18:48
¿Has sentido alguna vez la traición de una persona cercana a ti? Todos alguna vez en nuestra vida hemos tenido que enfrentarnos a personas en las cuales quizás estaba toda nuestra confianza, y sin motivo aparente de pronto se vuelven hostiles, celosas y envidiosas o tratan de interrumpir nuestros planes, dañar nuestras metas o desviar nuestro futuro por medio de una ofensa. Estos ataques nos roban la paz, el conflicto comienza a consumir nuestros pensamientos, costándonos muchas noches de insomnio, para luego darnos cuenta que esta situación está afectándonos.
Dios utilizó a los hermanos odiosos de José, a la esposa de Potifar, las acusaciones falsas y una condena injusta en la prisión para desempacar su sueño. En el rey Saúl había un espíritu de celos y de rabia que fueron utilizados para desempacar la corona de David como Rey. Incluso la traición de Judas fue utilizada para desempacar el destino de Jesús para ser Rey de reyes y Señor de señores. ¿Que está utilizando Dios en tu vida para desempacar su destino? Dana Jarvis comparte esta palabra, quizás no es para todos, pero alguien la necesita hoy. Nuestro llamado no es de entregarnos al temor, a la duda ni a la incredulidad, sino a Su justicia, paz y gozo en nuestro interior. Hemos sido llamados a ser rectos en todo lo que hacemos, regocijándonos siempre, y estando tan confiados como un león.
Proverbios 28:1 El impío huye sin que nadie lo persiga, más los justos están confiados como un león.
“El Señor me llevó a compartir esta Palabra que escribí anteriormente, porque siento que es para alguien allá afuera. Necesitas conocer quién está en tu círculo y saber que no todos irán a donde Dios te está llevando. ¡Tú estás separado para El Rey! Te enviaron fuera, te sacaron, te apartaron ¡Dios quiere llevarte más alto! Sin embargo, hay algo que Él puso en mi corazón para manifestarlo hoy. Puedo resumirlo en esta próxima declaración”.
“¡SOLO PORQUE SE SIENTAN A TU LADO EN LA CASA DEL REY, NO SIGNIFICA QUE VAYAN AL MISMO LUGAR QUE TU”
No te juntes con los asesinos de sueños. Suelta las esponjas espirituales en tu vida. Incluso me arriesgo aquí y hago esta declaración: ¡Hay personas que se han conectado con otras para tratar de destruir su caminar con Dios! Dios me llevó de vuelta al relato bíblico de Amnón que caminaba por los pasillos del palacio, con su rostro demacrado, sus ojos con círculos oscuros por las noches de insomnio, enfermo de preocupación y ansiedad. Luego se encontró con Jonadab, el amigo en quien confiaba y con quien estaba íntimamente conectado, ¡el amigo que también lo alentó a caer en pecado!
2 Samuel 13:3-5 Pero Amnón tenía un amigo que se llamaba Jonadab, hijo de Simea, hermano de David; y Jonadab era un hombre muy astuto. Y éste le dijo: Hijo del rey, ¿por qué estás tan deprimido día tras día? ¿No me lo contarás? Y Amnón le dijo: Estoy enamorado de Tamar, hermana de mi hermano Absalón. Entonces Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre venga a verte, dile: “Te ruego que dejes que mi hermana Tamar venga y me dé algún alimento para comer, y que prepare la comida delante de mí para que yo la vea y la coma de su mano.”
Cuando las personas se alejen de ti, ¡déjalos caminar! Su parte en tu historia está hecha. ¡Déjalos ir! Es hora de activar el regalo de la despedida en la vida de algunos. Somos la sal de la tierra y la sal nunca se conforma, solo se transforma. ¡Algunos de tus peores enemigos se disfrazarán de preocupación! El mismo enemigo siempre vendrá como ángel de luz antes de llevarte a la oscuridad. Así que, no dejes que las personas tóxicas y negativas tengan espacio en tu mente, sácalos. Antes que te formara en el vientre de tu madre, Él ya te conocía y desde antes que nacieras, te apartó.
Salmos 37:1-9 No te irrites a causa de los impíos ni envidies a los que cometen injusticias; porque pronto se marchitan, como la hierba; pronto se secan, como el verdor del pasto. Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel. Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón. Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará. Hará que tu justicia resplandezca como el alba; tu justa causa, como el sol de mediodía. Guarda silencio ante el Señor, y espera en él con paciencia; no te irrites ante el éxito de otros, de los que maquinan planes malvados. Refrena tu enojo, abandona la ira; no te irrites, pues esto conduce al mal. Porque los impíos serán exterminados, pero los que esperan en el Señor heredarán la tierra.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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