MADRES DE RODILLAS – DIA 8

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MADRES DE RODILLAS – DIA 8

DAR EN EL BLANCO

¿No ves que los hijos son el mejor regalo de Dios? ¿El fruto del vientre Su generoso legado? Como un puñado de flechas de un guerrero son los hijos de una juventud vigorosa. ¡Oh, cuán bendecidos sois vosotros, padres, con vuestras aljabas llenas de hijos! Sus enemigos no tendrán oportunidad contra ti; los barrerás directamente de tu puerta. Salmo 127:3-5, (El Mensaje)

Nuestros hijos viven en un mundo hostil: lleno de peligros, de violencia (mental, física, emocional y espiritual), de tristezas, problemas (en la escuela, con los maestros, los compañeros, el trabajo, la vida misma), de crueldad, de dureza, la gente llena de maldad y en ese mundo es donde están nuestros hijos. El objetivo de cada padre y madre es administrar las flechas que el Padre celestial ha puesto en su aljaba. Hay una batalla por la identidad, destino y propósito de nuestros hijos y necesitamos luchar por sus afectos. El enemigo está detrás de lo que Dios escribió sobre ellos. ¡Por eso los padres se llaman guerreros en el Salmo 127! Estamos en una batalla.

Nuestro trabajo como madres es asegurarnos que esas flechas den en el blanco y para eso necesitamos afirmar su identidad como hijos de Dios. Dios es un Dios de afirmación. Su amor y misericordia se traduce continuamente en palabras de afirmación. Dios sabe la necesidad que tenemos como seres humanos de ser afirmados, reconocidos, honrados y animados. “AFIRMAR” Quiere decir declarar una cosa o decir que una cosa es verdad, reforzarla o sujetarla bien. Hable el destino, la identidad, el propósito a cada uno de sus hijos. Aquí hay algunos ejemplos: “Eres un líder para tu generación”; “Eres una persona tan poderosa”; “Has sido marcado por la imagen de Dios”; “Eres un creador de cambios en tu generación”; “Eres importante”; “Dios te conocía y te amaba antes de crearte”; “Eres bendecido”

Marcos 10:13-16 dice: “Y le traían niños para que los tocara; y los discípulos los reprendieron. Pero cuando Jesús vio esto, se indignó y les dijo: Dejad que los niños vengan a mí; no se lo impidáis, porque de los que son como éstos es el reino de Dios. En verdad os digo: el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él. Y tomándolos en sus brazos, los bendecía, poniendo las manos sobre ellos” La bendición estaba allí y era real por Su misma presencia, no necesitaba de ninguna acción ni de ningún gesto. Su mirada, Su voz, Sus palabras eran más que suficientes… ¿Por qué entonces tomarlos en Sus brazos? ¿Por qué entonces puso sus manos sobre la cabecita de esos niños? La confianza, la aceptación, el sentido de ser valiosos, únicos, amados, requiere acciones concretas, requiere conductas que sobrepasen ampliamente las palabras e intenciones. La niñez y la adolescencia son el momento crucial para el desarrollo de una autoestima sana, así como de una modalidad de establecer relaciones seguras, constructivas, en las que haya un intercambio enriquecedor de afecto y respeto. Jesús conocía el idioma del corazón de los niños. Por eso, tomó a los niños en Sus brazos, porque de esa manera ellos podrían recibir el mensaje de amor y de aceptación.

LECTURAS PARA HOY – Salmos 127; Apocalipsis 2:1-5; Lucas 3:21-22 – En el mensaje a las siete Iglesias de Apocalipsis el Señor antes de hacer un comentario negativo de una iglesia le mencionó siete comentarios positivos. Si nuestra boca no se abre primero para afirmar el corazón de nuestros hijos tampoco debería abrirse para señalar defectos. Aún Jesús recibió la afirmación de Su Padre antes de comenzar su ministerio. El banco emocional y espiritual de nuestros hijos no puede ser llenado con cosas que el dinero puede comprar. Solo puede ser llenado por Jesucristo y con los tesoros de nuestro corazón, nuestro tiempo, nuestras palabras y acciones. Si han fallado en esto, busquen el momento apropiado luego de orar para pedir perdón a sus hijos y bendíganlos, impongan sus manos sobre ellos con palabras de afirmación.

OREMOS

Amado Jesús, reconocemos hoy que por mucho tiempo fuimos usadas por el enemigo para maldecir a nuestros hijos en su identidad y propósito. Hoy renunciamos al mensaje que les enviamos con nuestras palabras o acciones. Padre, perdónanos por medio de la Sangre de Jesús por no haber impartido tu mensaje a nuestros hijos.

Hoy queremos orar de acuerdo con lo que está escrito en Tu Palabra para nuestros hijos. Te agradecemos por este viaje en el que nos has puesto. Danos tu amor completo e interminable por nuestros hijos y esta próxima generación. Fortalécenos y úngenos para ser madres llenas de tu amor que podamos besar, abrazar y afirmar el corazón de nuestros hijos, haciéndoles ver cada día lo valiosos que son, para que nunca sean flechas rotas, sino flechas que dan en el blanco. Te pedimos su guía sobrenatural en este proceso y viaje.

Permítenos ministrar salvación, amor y libertad a nuestros niños y jóvenes. Permítenos reflejar Tu amor incondicional. Haz que seamos un reflejo fuerte y brillante de Tu corazón. Que haya sanidad y restauración entre nosotros y nuestros hijos. Si hemos fallado hablando mal sobre ellos, si hemos violado la confianza, si por nuestras palabras hemos creado dolor emocional, nos arrepentimos y te pedimos perdón. Trae sanidad, libertad y restauración.  En el nombre de Jesús oramos, amén.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

 

 

 

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".