DE LA CONTRADICCION A LA MANIFESTACION

Publicada el
DE LA CONTRADICCION A LA MANIFESTACION

Entonces los vecinos y los que antes le habían visto que era mendigo, decían: ¿No es éste el que se sentaba y mendigaba? Unos decían: Él es; y otros decían: No, pero se parece a él. Él decía: Yo soy. Juan 9:8-9 

Dios está atravesando la oscuridad para liberar un milagro mucho mayor de lo que jamás podrías haber soñado que era posible. Estás saliendo de una temporada que ha estado llena de CONTRADICCIÓN. Para entrar en una temporada de MANIFESTACION. Sus promesas se cumplirán.

El Señor me habló, diciendo que muchos de Sus hijos están en un lugar llamado “CONTRADICCION”. El lugar de la contradicción es donde todo se ve opuesto a lo que Dios te ha prometido. Si ese eres tú, tengo buenas noticias para ti: hay una “REVERSION DIVINA” teniendo lugar en esta temporada.

La palabra “CONTRADICCION” es una palabra muy interesante y profética. El prefijo “CONTRA”, según diccionario.com, significa “contra; en oposición o contraria”. La palabra “dicción” significa “las palabras exactas o fraseología usadas para transmitir un pensamiento”. Al Señor le gustaría decirte hoy, “La oposición (la contra) ha estado en contra de tu palabra (la dicción). El infierno está aterrorizado por lo que Dios ha decretado sobre tu vida.”

El Señor me mostró una visión de una cama que contenía promesas de Dios, pero estaban cubiertas en total oscuridad. Mientras miraba esta cama me entristecí profundamente porque las promesas estaban aparentemente muertas. Jesús entró entonces en la habitación que estaba llena de oscuridad, vestido con una brillante luz. Él quitó las sábanas de la oscuridad, exponiendo el brillo extremo de las promesas de Dios. Inmediatamente la habitación era tan brillante como algo que yo nunca había visto.

LUCES BRILLANTES Y PROMESAS

Este día, el Señor te dice, “Puede parecerte que todo está oscuro hoy, y que las promesas que te he hecho están distantes y cubiertas debido a las fuerzas demoníacas que luchan contra ti. Ellos han sido asignados para causar que tropieces. Pero Yo te digo: ¡No te rindas! ¡Mantente firme! Prepárate para tu tiempo señalado. ¡Ahora Yo estoy quitando las sábanas de oscuridad y Mi luz brillará sobre las promesas que te hice! Ellas aparecerán ante ti. El enemigo ya no será capaz de cubrir lo que Yo te he prometido, porque Yo te estoy alumbrándote. Incluso ahora, tus circunstancias se están alineando con lo que Yo he hablado sobre ti.”

Juan 9:1-3 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego? Jesús respondió: Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Los discípulos concluyeron que debía haber un problema de pecado o este hombre no habría estado tratando con esta ceguera. Muchas personas han mirado tu situación y han asumido que debes haber hecho algo, que causara que estés siendo azotado con tal oposición. Lo que ellos no entienden es que la promesa que Dios te hizo es tan grande que todo el Infierno está aterrorizado por el pensamiento de la promesa de Dios que sucederá en tu vida. Esta es la razón por la que ha habido una resistencia feroz contra ti.

DIOS NO ES LA CAUSA, SINO LA RESPUESTA

Jesús respondió a la pregunta de sus discípulos con esta respuesta: “Ni este pecó, ni sus padres.” En otras palabras, su ceguera no era el resultado del juicio de Dios. Dios no era la causa, sino la respuesta.

Juan 9: 6-7 Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos, y le dijo: Ve y lávate en el estanque de Siloé (que quiere decir, Enviado). Él fue, pues, y se lavó y regresó viendo.

La situación de este hombre que iba de mal en peor, pasó a un gran avance. Nació ciego, todo estaba oscuro y no tenía visión; eso era malo. Entonces Jesús escupió en el suelo e hizo barro y lo untó en los ojos del ciego. Esto podría haber sido clasificado como peor. Estaba ciego, con barro y saliva cubriéndole la cara y todavía no podía ver. ¿Alguna vez te has preguntado por qué Jesús usó Su saliva y suciedad para formar el barro que puso en los ojos de este hombre? ¡Su saliva contenía Su ADN! También sabemos que los humanos fueron hechos de la suciedad de la tierra. ¡Él recreó los ojos de este hombre con tierra natural y Su ADN! Jesús añadió lo mejor a la naturaleza de este hombre. Esto fue un acto profético. 

ENVIANDO UN PALABRA PROFETICA

Jesús luego le da una palabra profética de instrucción en el versículo siete, “VE, Y LAVATE.” Recuerda que el hombre era ciego, sin embargo, Jesús le dijo que fuera a lavarse en el estanque de Siloé, que significa “ENVIADO.” ¡Dios no te enviará nada más que una palabra profética!  El ciego vivía en tinieblas desde su nacimiento, pero cuando obedeció la instrucción del Señor, su vida se vio repentinamente expuesta a la luz. ¿Tu situación se ve oscura? Todo lo que necesitas es una palabra de Dios y todo cambiará.

Tus mejores días no están detrás de ti. De hecho, estás a punto de ver la mayor exhibición de la bondad de Dios en tu vida. Hay un CAMBIO DIVINO que está llegando a tu situación. Este es el momento en que tus circunstancias se alinearán con las promesas de Dios. Has resistido en medio de la contradicción, pero ahora Dios está entrando en escena. Está quitando las sábanas de la oscuridad e iluminando cada promesa que Él te hizo. Prepárate para la manifestación de Su gloria en tu vida.

El hombre ciego recibió un testimonio que no podía ser sacudido. Incluso cuando los judíos no creían lo que se había hecho, no se conmovió. Él dijo, “… una cosa sé: que yo era ciego y ahora veo. (Juan 9:25). ¡Así será tu testimonio! Dirás, “Todo parecía oscuro. Viví en un lugar de contradicción, pero todo lo que sé es que la Palabra de Dios para mí fue más fuerte que la oposición del enemigo contra ella. Estaba ciego, pero ahora veo”. Tu temporada nocturna de contradicción está llegando a su fin. El brillo de una nueva mañana está irrumpiendo ¡Dios te ha dado jurisdicción sobre la contradicción! (Andrew Towe)

Juan 9:35-38 Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y hallándolo, le dijo: ¿Crees tú en el Hijo del Hombre? El respondió y dijo: ¿Y quién es, Señor, para que yo crea en El? Jesús le dijo: Pues tú le has visto, y el que está hablando contigo, ése es. El entonces dijo: Creo, Señor. Y le adoró.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Recibe la palabra profética en tu correo electrónico.


Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".