DARAS A LUZ LA PROMESA

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DARAS A LUZ LA PROMESA

Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. Isaías 66:9

En la mañana del 13 de Febrero de 2020 me desperté de un sueño en el que seguía escuchando: “DARAS A LUZ LA PROMESA”. Creo que el sueño y el mensaje del sueño es una palabra para muchos en el Cuerpo de Cristo. Incluso mientras entramos al año 2020, en el reino del Espíritu siento que muchos se han estado preguntando: “¿Dónde está el ‘bebé’ que me profetizaron que daría a luz?” “¿Dónde está la promesa que he estado llevando?” “¿Tendré algo que mostrar después de esta temporada?”

Estas preguntas han surgido en las montañas de ataques que muchos han estado experimentando. Quiero animar sus corazones cansados. Darán a luz las promesas de Dios y verán las promesas de Dios manifestadas en su vida. No presten oído a las mentiras y al desánimo del enemigo y de los que los rodean. Solo sintonicen sus oídos con la voz del Señor y apague todas los demás. Posicionen su corazón y declaren como lo hizo David en el Salmo 27:13 “Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes”.

EL SUEÑO

En el sueño estaba con un hermoso vestido blanco y transparente. Entré a una habitación donde algunos amigos estaban pasando el rato, posiblemente en la Iglesia. Las paredes y todo lo relacionado con el sueño era tan brillante e iluminado. Caminé hacia mis amigas y levanté la parte delantera de mi vestido, lo cual reveló que estaba embarazada de nueve meses casi lista para dar a luz. Mis amigos estaban asombrados y exclamaron: “¡Vaya, ni siquiera sabía que estabas embarazada!” Entonces la escena cambió, y me vi sosteniendo a un bebé en mis brazos. Una vez más, los que me rodeaban estaban asombrados y maravillados. Mientras sostenía al bebé en mis brazos, comencé a declarar: “Este es el bebé, esta es la promesa, que fue dicha sobre nosotros. ¡Esta aquí!” Seguí declarando esto una y otra vez. La atmósfera del sueño era de celebración, alegría y paz. Hugo tanto dolor mientras llevaba la promesa, pero se olvidó en un momento, porque había tanta bendición que irradiaba de este bebé. Cuando me desperté me sentí llena de alegría y celebración.

Juan 16:21 Cuando la mujer está para dar a luz, tiene aflicción, porque ha llegado su hora; pero cuando da a luz al niño, ya no se acuerda de la angustia, por la alegría de que un niño haya nacido en el mundo.

Siento que esta es una palabra y una imagen tan poderosa para el Cuerpo de Cristo en este momento. Creo que este sueño representa a muchos en el Cuerpo de Cristo que han estado embarazados, pero el Señor ocultó el embarazo y lo está revelando en el momento adecuado. Me recuerda la historia de María en Lucas 1: 26-38. El ángel Gabriel se acercó a María y le dio un mensaje que llevaría y daría a luz a Jesús. María dijo: “—¿Cómo podrá suceder esto —le preguntó María al ángel—, puesto que soy virgen? El ángel le respondió: —El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra.” (Lucas 1: 34-35). Como María, muchos le han preguntado al Señor: “¿Cómo puede ser esto?” Porque no han visto la promesa. Y al igual que María, los han ridiculizado y se han burlado de ustedes. A pesar de eso, el Señor los a cubierto con Su sombra. Ocultó la promesa para que el enemigo no la matara ni la abortara.

Quiero profetizarles que se avecina una revelación a su vida. Así como levanté el velo de mi vestido, el Señor está levantando el velo de su vida para revelar lo que ha estado creciendo y madurando en secreto. Dios ocultó sus promesas para que el enemigo u otras personas a su alrededor no pudieran matar lo que estaba creciendo y desarrollándose en ustedes. Muchos quedarán asombrados y sorprendidos. Celebrarán con ustedes lo que Dios ha hecho porque habrá un gran temor del Señor unido a ello. Sabrán que es el Señor quien ha hecho esto.

Otra cosa que se destacaba en mi sueño fue la gran bendición que realmente fue el bebé. Ni siquiera me sentía embarazada. Hubo una gracia para llevar al bebé. Trajo un favor, paz y alegría. Me recordó la escritura en Isaías 66: 7-10 que dice: “Antes que estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores, dio a luz hijo. ¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos. Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios. Alegraos con Jerusalén, y gozaos con ella, todos los que la amáis; llenaos con ella de gozo, todos los que os enlutáis por ella”.

Esta fue la razón de su batalla. Lo que están dando a luz. No solo están dando a luz una promesa, sino múltiples promesas. Es tiempo de regocijarse. Como dije en mi sueño, ¡Profetizo sobre ustedes que darán a luz la promesa! ¡Las promesas de las que se han hablado nacerán de repente! (Madeline James)

Miqueas 4:9-10 Ahora, ¿por qué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como de mujer de parto? Duélete y gime, hija de Sion, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

 

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".