Señor Dios, te damos gracias porque eres bueno y tu misericordia es infinita. Aquí estamos, al comienzo de esta semana en la que como tus hijos recordamos tu muerte y resurrección. Volvemos nuestros ojos diciendo ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡HOSANNA EN LAS ALTURAS!
La palabra “HOSANNA” viene de una palabra griega, ὡσαννά, hōsanna, ho-san-nah’, que viene de una frase hebrea, יָשַׁע נָא, yâsha‛nâ’, yaw-shah’naw. Esa frase hebrea se encuentra en el Salmo 118:25 Señor, ¡danos la salvación! Señor, ¡concédenos la victoria!, significa: “¡Salvanos, por favor!”. Es un grito pidiendo la ayuda de Dios. Como cuando alguien nos empuja al agua, pero no sabemos nadar y gritamos: “¡Ayuda, sálvenme!” Todos necesitamos en este momento de su pronto auxilio.
Sin embargo, si gritamos “¡HOSANNA JESUS ES EL REY! pero no le damos entrada a nuestro corazón y no le obedecemos, le negamos el señorío por el que derramo Su Sangre en la cruz. Sólo cuando hayamos hecho esto, encontraremos la verdadera paz y felicidad en un mundo tan confuso y problemático. Hoy, mientras celebramos el Domingo de Ramos, recordemos que Cristo es el Rey de nuestra vida, de nuestros corazones, que Cristo es el Rey de nuestra familia, que Cristo es la única respuesta verdadera a la felicidad y al sentido de nuestras vidas. Y si proclamamos a Cristo como nuestro Rey, hagamos tiempo para Él en nuestra vida diaria, en nuestra familia como una prioridad, recordemos que es con Él con quien pasaremos la eternidad.
Mateo 21:4-5 Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo: Decid a la hija de Sión: «Mira, tu Rey viene a ti, humilde y montado en un asna, y en un pollino, hijo de bestia de carga».
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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