Tu Dios te dice: “Consuela, consuela a mi pueblo con palabras suaves y compasivas. Habla con ternura desde el corazón para reanimar a los de Jerusalén y proclama que su guerra ha terminado. Su deuda de pecado está pagada, y no será tratada como culpable. Profetizadle que ha recibido de la mano de Yahvé el doble de bendiciones que todos sus pecados” Isaías 40:1-2 TPT
Dios ve el dolor y el sufrimiento de su pueblo. La tierra está bajo un estado de gemidos por el peso de la enfermedad, la muerte, la pobreza, el malestar político, el abuso, la perversión y más. Jesús ya pagó el precio por todas estas cosas a través de Su muerte y resurrección. Él tomó nuestros pecados y juicios sobre sí mismo cuando murió en la cruz. Últimamente, lo he estado escuchando decir las conocidas palabras de Isaías 40: 1-2 (TPT): “Consuela, consuela a mi pueblo con palabras suaves y compasivas. Habla con ternura desde el corazón para reanimar a los de Jerusalén y proclama que su guerra ha terminado. Su deuda de pecado está pagada, y no será tratada como culpable. Profetizadle que ha recibido de la mano de Yahvé el doble de bendiciones que todos sus pecados”. Estoy sintiendo el increíble corazón de Dios por Su pueblo en esta temporada. ¡Cuánto anhela consolar a los que sufren! ¡Cuánto anhela encontrar a toda oveja perdida! Le hemos creído a Dios por una cosecha masiva en los próximos días. Escucho a Dios decir que el mensaje de la cosecha no es un mensaje de juicio, sino un mensaje de esperanza. Debemos recordar que es Su bondad la que conduce al arrepentimiento.
EL TIENE UN PLAN
Vi una visión de los eventos mundiales que han estado ocurriendo en este momento y el año pasado. Estas cosas parecían un caldero gigante con llamas de calor ardiendo debajo, llevándolo a un punto de ebullición. Las fuerzas satánicas del mal siguieron avivando el fuego, agregando más y más calor, haciendo que el nivel de agitación y sufrimiento aumentara en toda la tierra. Pero Dios no ignora los planes del enemigo, y tiene Su propio plan, puesto en marcha antes del comienzo de los tiempos. Jesús fue el Cordero inmolado antes de la fundación del mundo (Apocalipsis 13: 8). Dios ya hizo TODOS los preparativos para traer a Su pueblo, las ovejas de Su prado, de regreso al redil. Ya pagó el precio COMPLETO. El Reino de los Cielos ya está cerca, y para quienes lo reciben, el Reino está dentro. Su plan es liberar Su bondad, Su amor, Su salvación, Su limpieza, Su sanidad, Su justicia y, sí, Su consuelo. Es a través del mismísimo fuego de la adversidad que se han preparado muchos corazones. Millones verán al Salvador por primera vez y correrán a Sus brazos de consuelo y aceptación.
AQUÍ ESTA SU DIOS
Por esa razón, se nos dice que subamos a los lugares altos y alcemos nuestras voces con poder. “Súbete a un alto monte, oh Sion, portadora de buenas nuevas; levanta con fuerza tu voz, oh Jerusalén, portadora de buenas nuevas; levántala, no temas. Di a las ciudades de Judá: Aquí está vuestro Dios”. (Isaías 40:9) Es tiempo de lanzar nuestras voces en todas las esferas de la sociedad, proclamando: “¡Aquí está su Dios!” Veo un gran temblor en todas las esferas cuando el Rey de reyes haga Su entrada. Él viene de tal manera que llenará el corazón y la vida de los hombres con un asombro y un temor maravillosos y santos del Señor. (Salmo 130: 1-4) Veo hombres, mujeres y niños sometidos a un gran peso de convicción, y este peso provocará una mirada hacia arriba. Esta es la “cosecha madura”. Son los corazones los que han sido preparados y están listos y esperando nuestra proclamación: “¡Aquí está su Dios!”
LIBERANDO LAS REALIDADES DEL CIELO EN LA TIERRA
Como Ekklesia, debemos liberar el Cielo en la Tierra. Cualesquiera que sean las realidades que existen en el Cielo, se nos han dado llaves y autoridad para liberarlas ahora en la Tierra (Mateo 16:19). Las palabras proféticas de Isaías predijeron una realidad futura que ahora es nuestra realidad para liberar: “… proclamen que su guerra ha terminado. Su deuda de pecado está pagada y no será tratada como culpable”. El trato ha sido sellado por la Sangre de Jesucristo. Ahora, este es el veredicto celestial que vamos a emitir: “¡SALVOS! ¡SANADOS! ¡LIBERADOS!” Es el mensaje de esperanza que atraerá a muchos necesitados de Su salvación. Veo el Cuerpo de Cristo lanzando salvavidas llenos de esperanza y las realidades del Cielo a aquellos atrapados en las tumultuosas aguas de nuestro tiempo. Aquellos que han sido humillados serán levantados y rescatados cuando vuelvan sus rostros al Hijo. Su gracia redentora, misericordia y amor están a punto de ser vistos de una manera tan poderosa. (Isaías 40:3-5)
DIAS DE GLORIA
Hace más de un año escuché al Señor decir que la Iglesia estaba a punto de ver “Días de Gloria”. No entendí el significado completo y la revelación de lo que sería, pero creo que Dios ha estado hablando más sobre el tema. Jesús es la revelación completa de la gloria del Padre para nosotros. “El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Hemos visto su gloria, la gloria del Hijo unigénito, que vino del Padre, lleno de gracia y de verdad”. (Juan 1:14) Creo que Jesús está a punto de visitar Su Iglesia de tal manera que nos deshará. Veo una gran limpieza y purificación teniendo lugar, y un refrigerio sobrenatural en Su glorioso río que lavará los traumas y los residuos de esta temporada pasada. Veo a Jesús viniendo con poder para sanar y liberar Su Cuerpo para ir en Su gloria como nunca.
Dondequiera que esté Jesús, su gloria está presente. Y ahora, Su gloria reside en Sus hijos e hijas, porque Él reside en nosotros. “En ese día conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros. (Juan 14:20). ¡Ahora somos portadores de Su gloria! Creo que la Iglesia está entrando en sus “Días de Gloria” cuando la Novia se despertará a quién es ella, al poder de Cristo en su interior y la autoridad que lleva para gobernar y reinar desde su asiento con Él. Como portadores de Su gloria, también llevaremos Su corazón. Las cosas que le importan a él nos importan a nosotros. Hay almas en su corazón. Hay personas heridas en su corazón. Todo corazón que se despierta a Él lleva Su gloria. Nuestros “Días de Gloria” están sobre nosotros mientras levantamos nuestros ojos para ver los campos maduros para la cosecha. Nuestros “Días de Gloria” estarán sobre nosotros mientras respondemos al clamor del corazón del Padre: “Consuelen, consuelen a Mi Pueblo”. (Sylvia Neusch)
DIA 10: Lee Isaías 40. Permite que el Señor te consuele por tus errores y pérdidas del pasado. Sal de tu batalla actual y comienza a ser pionero en tu camino hacia tu próxima medida. Pide tu segundo aliento o un nuevo aliento del Señor. Observa el poder de la omnipotencia de Dios al comparar su excelente conocimiento con las naciones de la tierra.
Isaías 40:31 En cambio, los que confían en el Señor encontrarán nuevas fuerzas; volarán alto, como con alas de águila.
Hay muchos ajustes que se están llevando a cabo en este momento, y en esos ajustes se lanzará una nueva fuerza. ¿No te gustaría algo de fuerzas nuevas? ¿No te gustaría algo de fuerza en áreas donde antes no tenías fuerza? Una cosa que sabemos acerca de este pasaje en Isaías 40 es que mientras esperamos en el Señor, obtendremos nueva fuerza para volar, y aquí se ilustra como algo similar a cuando un águila se pone nuevas plumas después de quitarse las viejas. ¡Este año vamos a volar más alto!
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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