El Señor Dios me ayuda, por eso no soy humillado, por eso como pedernal he puesto mi rostro, y sé que no seré avergonzado. Cercano está el que me justifica; ¿quién contenderá conmigo? Comparezcamos juntos; ¿quién es el enemigo de mi causa? Que se acerque a mí. He aquí, el Señor Dios me ayuda; ¿quién es el que me condena? He aquí, todos ellos como un vestido se gastarán, la polilla se los comerá. Isaías 50:7-9
“No te lo has perdido. El Señor no te pasó de largo. Puede que te sientas invisible en este momento. Pasado por alto. Devaluado. Inadvertido. Despreciado. Aislado. A veces, has sentido que todos avanzan mientras que tu te quedas atrás, o que te has quedado estancado en una rutina. Ellos tienen todo el favor, mientras tú pareces olvidado. Debes saber esto: El Señor te tiene en un horario específico y en un tiempo perfectamente sincronizado para posicionarte para Sus propósitos. Eres único y estás hecho a la medida de tu personalidad y destino individual. Es posible que hayas pasado por dolor, rechazo e incluso por la traición de aquellos en quienes confiabas. Algunos te vieron como “demasiado intenso”. Pero el Señor pudo ver la pasión en tu corazón”.
“Ten la seguridad de que nadie que haya salido de tu vida es necesario para tu futuro. Nada de lo que ha sucedido será en vano. El Señor ha estado cavando cimientos profundos para poder construir algo significativo y fuerte. Cualquier prensado, e incluso triturado, sólo ha servido para producir aceite fresco y puro. No tienes que apresurarte, empujar o forzar las cosas. Simplemente mantente fiel a lo que Él ha puesto frente a ti. Las pequeñas cosas son grandes para Dios. Dios está llamando a Sus hijos e hijas desde afuera. Aquellos que han sido formados en el desierto están siendo atraídos desde los márgenes. Los heridos de guerra están siendo sanados y llamados de vuelta a la batalla. Los cansados de la espera están recibiendo la fuerza sustentadora. Aquellos que han estado escondidos están siendo posicionados estratégicamente en su lugar. Su mano está sobre ti. Llegará la claridad. Las puertas se abrirán. Se publicarán nuevas asignaciones. Serás fructífero y florecerás”. (Craig Cooney)
Isaías 49:14-16 Pero Sión dijo: El Señor me ha abandonado, el Señor se ha olvidado de mí. ¿Puede una mujer olvidar a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Aunque ellas se olvidaran, yo no te olvidaré. He aquí, en las palmas de mis manos, te he grabado; tus muros están constantemente delante de mí.
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
Recibe la palabra profética en tu correo electrónico.
