¡Tendrán tal abundancia de cosechas que será necesario deshacerse del grano viejo para que haya lugar para la nueva cosecha! Levitico 26:10
El pasado mes de noviembre sentí que Dios me pedía que le entregara algunas cosas importantes en mi vida que había dado a luz y por las que había luchado con uñas y dientes para alimentar y proteger, sueños que lo eran todo para mí. Fue uno de esos momentos en los que tuve que ponerlos a Sus pies y confiar en Él sin saber si volvería a verlos.
Muchos de nosotros hemos estado en este lugar en los últimos 6 meses, donde Dios inesperadamente ha provocado una desviación del plan y una interrupción del curso programado y no tiene sentido. Los sueños, como las semillas, han tenido que caer al suelo y ha sido el mayor vaciamiento que jamás hayamos experimentado.
Pero escucho al Señor decir: «Observa en mayo cómo empiezo a verter el vino nuevo y te lleno hasta rebosar. Mira como retiro las cortinas para que veas lo que he estado orquestando que tu no podías, y mira ahora lo que pongo de nuevo en tus manos»
Las semillas que murieron sólo se han multiplicado. Estos no han sido meses de desperdicio, sino de preparación, ya que Dios ha estado reajustando tu corazón, liberándote de las distracciones, quitando tu mano de las obras muertas, levantando las cargas, acabando con la persecución incesante de los calumniadores, y dándote una nueva visión para los días venideros. (Nate Johnston)
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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