Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece. Salmos 121:3-4
Recientemente el Señor me habló de una manera inusual para mí. Estaba en un tiempo de oración y escuché al Señor decir: «Marcos 4:39». Cuando busqué esta escritura en mi Biblia y la leí, supe exactamente cuál era la palabra del Señor para tantos en esta temporada. Marcos 4:39 dice: «Cuando Jesús se despertó, reprendió al viento y dijo a las olas: «¡Silencio! ¡Cálmense!». De repente, el viento se detuvo y hubo una gran calma». En otra traducción dice: «Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: ¡Cálmate, sosiégate! Y el viento cesó, y sobrevino una gran calma.
El contexto de la escritura es una historia conocida. Es cuando los discípulos están en el mar en una barca con Jesús. Se desata una fuerte tormenta y todos entran en pánico, pero Jesús está dormido en el fondo de la barca. Los discípulos se apresuran a bajar y a sacudir a Jesús para que se despierte, preguntándole si le importa que la tormenta esté a punto de matarlos. Luego llegamos a Marcos 4:39 donde Jesús se levanta inmediatamente y reprende la tormenta.
Muchos en esta temporada sienten que han estado sacudiendo a Jesús, sacudiendo el Cielo, golpeando la puerta sólo esperando y orando para que Dios les responda. Han estado haciendo decreto tras decreto y declaración tras declaración en fe, pero todavía no han visto que su promesa se haga realidad. Bueno, tengo buenas noticias para ustedes, mis amigos. Dios está a punto de responder a sus oraciones. Él está completamente despierto y listo para actuar en su favor.
Marcos 4:40-41 Entonces les dijo: ¿Por qué estáis amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Y se llenaron de gran temor, y se decían unos a otros: ¿Quién, pues, es este que aun el viento y el mar le obedecen?
Nunca permitan que el enemigo los convenza de que la demora que están experimentando es porque Dios no los está escuchando o viendo. Ustedes han sido escuchados y vistos por Dios en cada momento que están en oración. Él los ve y los escucha y su respuesta y promesas están llegando. Recuerden lo que el Ángel le dijo a Daniel acerca de la interferencia en los cielos que estaba deteniendo su avance. Daniel 10:12-13, «Entonces me dijo: No temas, Daniel, porque desde el primer día en que te propusiste en tu corazón entender y humillarte delante de tu Dios, fueron oídas tus palabras, y a causa de tus palabras he venido. Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso por veintiún días, pero he aquí, Miguel, uno de los primeros príncipes, vino en mi ayuda, ya que yo había sido dejado allí con los reyes de Persia”.
Creo que esta es una palabra para nosotros en esta temporada. Dios nos escucha pero el enemigo no va a dejar que tengamos Sus promesas sin luchar. Sigan pidiendo, sigan orando y sigan buscando al Señor porque su avance viene. El Señor nunca ha perdido una batalla y cada cosa que el enemigo está lanzándonos en un intento de interrumpir Sus promesas será derribada y nosotros seremos victoriosos.
Tengan la seguridad hoy de que cuando ustedes oran, sus oraciones son escuchadas. Puede que no vean la manifestación completa la primera vez que oren, de hecho, probablemente no lo harán. Sin embargo, manténgase en la autoridad que Dios les ha dado y sigan creyendo para que su promesa se manifieste en cualquier momento. Su respuesta está por llegar. El Señor está totalmente despierto y cada tormenta que ha estado rugiendo en su vida está a punto de ser silenciada y calmada por una palabra de Dios. Sí, Él se preocupa. Sí, Él los escucha no se rindan ahora. Eleven su expectativa, levanten sus ojos y fortalezcan su fe en esta temporada porque están a punto de entrar en cada cosa que Dios les ha prometido. (Joe Joe Dawson)
El Señor dice:
“No se pueden mover por la intensidad de las tormentas que se levantan en lo natural. No vacilen en su confianza y no titubeen por lo que está sucediendo a su alrededor. Mantengan sus ojos en Mi y no en las circunstancias. Mientras permanezcan en Mi Palabra, aprenderán como estar sintonizados con Mi voz. Yo les hablaré en cada situación. No permitan que los vientos tempestuosos los lancen fuera de curso, no permitan que los lleve en la dirección equivocada. Mientras continúen buscando la paz, habitarán seguros. Continúen firmes con su armadura, sabiendo que mayor es el que está en ustedes. Al caminar en justicia su fundamento se fortalecerá como una casa sobre la roca. No permitan que el temor los sorprenda. Las tormentas comenzarán a cesar mientras ponen Su confianza en Mi. Mientras me sigan sin importar cual sea su situación, ustedes volverán más fuertes que la tormenta y más fuertes de lo que eran antes”
Salmos 107:28-30 ¡Socorro, Señor!», clamaron en medio de su dificultad, y él los salvó de su aflicción. Calmó la tormenta hasta convertirla en un susurro y aquietó las olas. ¡Qué bendición fue esa quietud cuando los llevaba al puerto sanos y salvos!
Con amor y oraciones,
Magie de Cano
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