«El corazón de Dios se preocupa por la familia y si está buscando cuál es el pulso de Dios en este momento, esto es todo. El legado comienza aquí y ahora. Aquí es donde todo cambia. Nuestros hijos no crecerán atormentados, demonizados, confundidos de género, adictos o inseguros de quiénes son. Serán hijos e hijas de Dios que conocen su identidad y propósito, perseguidores del corazón de Dios y restauradores de aquellos que están quebrantados» (Nate Johnston). Agradecida con el Señor por estar en sintonía con lo que el Espíritu Santo de Dios está hablando. Te espero este sábado 22 en Quetzaltenango, Guatemala. Un tiempo de adoración, Palabra de Dios e intercesión por nuestras generaciones.
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