Moviéndonos de la aflicción a la gloria

Publicada el
Moviéndonos de la aflicción a la gloria

El Espíritu Santo abrió algunas Escrituras recientemente trayendo una revelación fresca que puede cambiar tu enfoque y traer el Reino de Dios a tu situación.

 2 Corintios 4:17-18 NTV Pues nuestras dificultades actuales son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Sin embargo, ¡nos producen una gloria que durará para siempre y que es de mucho más peso que las dificultades! Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre.

Él enfatizó la palabra “mientras”. Mientras mantenemos nuestros ojos en el Reino eterno, reconociendo que Dios está haciendo algo en medio de nuestra aflicción, esta aflicción obrará en nosotros un peso de gloria cada vez más excelente y eterno. Si no mantenemos nuestros ojos enfocados en lo eterno, en la verdad de que Dios está obrando algo a través de ella, seremos miserables y prolongaremos el proceso: no trabajará en nosotros un peso de gloria.

Tenemos que atravesar el velo de la carne hacia el Reino invisible, buscando una ciudad con fundamentos, cuyo constructor y hacedor es Dios (Hebreos 11:10). ¡Él está construyendo algo en nosotros! Jesús nos ha dado Su gloria (Juan 17:27) pero nuestra carne y alma están gritando fuertemente para tener el primer lugar en nuestro enfoque, cómo nos sentimos y nuestra perspectiva personal basada en experiencias pasadas.  Tenemos que elegir en qué nos enfocamos. ¿Está nuestra fe en la aflicción o en lo que Dios está haciendo para transformarnos a la imagen de Cristo? (Ver Romanos 8:29, 12:2; Filipenses 3:10; 1 Pedro 1:14)

La palabra “AFLICCION” en griego significa presión, angustia, problemas, dificultades. La raíz de la palabra significa apretar, un lugar estrecho. Esta aflicción está destinada a abrumar las mentalidades carnales y almas, empujándolas a la superficie para que podamos verlas y elegir el Espíritu de Dios y la mente de Cristo, para que la gloria de Dios salga adelante.

Estamos siendo llevados a través del lugar estrecho para que nazca lo nuevo; es doloroso. Las aceitunas son prensadas para que el aceite salga, las uvas son exprimidas para hacer vino nuevo, las gemas se forman bajo presión y luego se cortan para que brille la luz, y las plantas son podadas para dar más fruto y/o para ser entrenadas en otra dirección. ¡Confiemos en Dios! Él está trabajando en nosotros, siempre, sin importar cómo se vea (Filipenses 2:13; Hebreos 13:20-21).  Somos llamados a la gloria eterna y este proceso nos está perfeccionando (1 Pedro 5:10). ¡Hay una gloria en nosotros que necesita salir! Pablo lo expresó bien: “Sin embargo, lo que ahora sufrimos no es nada comparado con la gloria que él nos revelará más adelante.” (Romanos 8:18 NTV).

Hay una gracia y paz disponibles para nosotros en este proceso; de hecho, se pueden multiplicar. ¿Cómo? ¡A través del conocimiento de Dios y de nuestro Señor Jesucristo! “Que abunden en ustedes la gracia y la paz por medio del conocimiento que tienen de Dios y de Jesús nuestro Señor. Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y excelencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos para vivir como Dios manda.” (2 Pedro 1:2-3 NVI).

Cada vez que obtenemos conocimiento de Él, se nos multiplica la gracia y la paz. Conocer a alguien en la Biblia a menudo se utiliza para describir la intimidad. En la intimidad, nos volvemos más consciente de Su presencia y de Su amor infalible, y se nos multiplica más gracia y paz. Jesús es el Príncipe de Paz (Isaías 9:6). Príncipe en griego significa gobernador, gobernante, administrador. Deja que Jesús y Su paz gobiernen tu vida en lugar de tus pensamientos y emociones.

 Filipenses 4:6-7 Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.

“GUARDAR” significa ser un observador, montar guardia como centinela. El léxico griego de Thayer indica que significa rodear, proteger y custodiar por guardia militar para evitar una invasión hostil o impedir que huyan. ¡La paz de Dios será como una guardia militar sobre nuestros corazones y mentes!

Hay dos versículos clave que el Espíritu Santo me destacó mientras estudiaba estas cosas; presta atención a “DEJAR” y “NO DEJAR”

Colosenses 3:15 Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.

Juan 14:27 La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.

Aquí es donde tenemos que ejercer nuestra voluntad: dejar que la paz de Dios gobierne y no permitir que nuestros corazones se turben o tengan miedo. Atravesemos el velo de la carne hacia la verdad de que el Espíritu Santo de Dios está en nosotros y permitamos que Él gobierne. Él está listo y dispuesto a ayudarnos, a iluminarnos con la verdad y recordarnos que Cristo mismo está intercediendo por nosotros. (Hebreos 7:25)

¡Llevemos cautivo cada pensamiento a la obediencia de Cristo! La palabra “obediencia” en griego significa escuchar atentamente. Llevemos cautivo cada pensamiento incrédulo a lo que Él está diciendo. Levantémonos con nuestros pensamientos a la verdad de que estamos sentados con Él en lugares celestiales (Efesios 2:6; Colosenses 3:1). A través de su sangre, estamos sentados con Él, pero aún estamos en nuestros cuerpos físicos aquí en la tierra. Somos vasijas llenas del Espíritu Santo para llevar el Reino de Dios a la tierra.

Comencemos ahora a crear nuevos patrones, levantémonos por encima de la aflicción y recibamos la visión, la sabiduría, la fuerza y la alegría de Aquel que ha creado todas las cosas y ha ordenado las obras en las que debemos caminar (Efesios 2:10). Fijemos nuestra mente en la verdad de que Dios está trabajando en nosotros ahora mismo (Filipenses 2:13), que la aflicción está trabajando en nosotros para una gloria eterna que sobrepasa todo lo imaginable, mientras no miremos las cosas que se ven, sino el reino invisible donde Él está.

Hay un suministro abundante del Espíritu disponible para que recibamos estas verdades. Permitámosles reverberar en todo nuestro ser hasta que se conviertan en parte de nosotros y transformen nuestra vida. Permitamos que nuestra carne y alma sean presionadas hasta que pierdan su control y podamos caminar libremente en el Espíritu, siendo portadores de Su gloria y liberando Su gracia y paz a todos aquellos con los que nos encontremos. ¡A través de nosotros, que Su Reino venga a la tierra como en el cielo! (Una palabra de Alane Haynes)

Santiago 1:12 NTV Dios bendice a los que soportan con paciencia las pruebas y las tentaciones, porque después de superarlas, recibirán la corona de vida que Dios ha prometido a quienes lo aman.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

Recibe la palabra profética en tu correo electrónico.


Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".