Dios está plantando semillas de esperanza

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Dios está plantando semillas de esperanza

Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado. Romanos 5:5

Recientemente, mientras pasaba tiempo con el Señor, escuché las palabras: “¿Qué ves?” Inmediatamente, Dios me dio una visión de mí misma caminando en algunas de las cosas por las que había estado orando durante el último año. Me vi saludable, feliz y sirviendo a Dios con alegría y satisfacción. Vi que algunos problemas que habían dominado mi lista de oración durante mucho tiempo se resolvían. Estaba disfrutando de una vida de prosperidad y abundancia. Sabía que Dios había plantado en mí una Semilla de Esperanza que podía sentir profundamente.

Siento que Dios quiere plantar Semillas de Esperanza en el Cuerpo de Cristo en este momento para que estemos preparados para lo que está por suceder. Dios está a punto de hacer algo nuevo y glorioso en nosotros, tanto personal como corporativamente. Sé que ya lo han escuchado antes, pero un gran mover de Dios está a punto de estallar.

Me viene a la mente la historia de Elías en 1 Reyes 18 cuando declaró a Acab que la sequía en la tierra estaba llegando a su fin. Hay un paralelismo entre eso y lo que Dios está haciendo en este momento. En 1 Reyes 18:41 dice: “Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye”. Es posible que Elías no haya escuchado el sonido con sus oídos naturales, pero creo que lo escuchó en su espíritu. En este momento, Dios está despertando en nosotros la certeza de que hay un cambio, un giro, una anticipación de que algo está por ocurrir. Dios está a punto de actuar en nuestro favor de una manera magnífica. Él está sembrando una Semilla de Esperanza.

Después de que Elías le dijo a Acab lo que estaba escuchando, hizo algo más. En 1 Reyes 18:42 dice: “Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas”. Elías se posicionó para lo que estaba por venir. Este es el momento de posicionarnos para lo que Dios está a punto de hacer. Imaginen a Elías, inclinado con su rostro entre sus rodillas. Adoptó una posición de humildad y entrega. Se encerró con Dios en intimidad y adoró al Señor. Eso es lo que necesitamos hacer en esta hora. Dios está plantando una “Semilla de Esperanza” dentro de nosotros y ahora es el tiempo de posicionarnos para lo que está a punto de suceder.

Mientras Elías esperaba la manifestación de la lluvia, envió a su siervo siete veces para buscar cualquier evidencia. 1 Reyes 18:43 dice: “Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces”. Debe haber sido desalentador que el siervo regresara tantas veces con malas noticias. ¿Cuántos de ustedes han experimentado malas noticias y decepción durante esta última temporada? Ha sido sorprendentemente decepcionante de muchas maneras para los santos. Pero mientras esperamos que Dios actúe, podemos hacer lo que hizo Elías: “Tomar una postura de humildad, rendirnos a Dios y adorarlo”. Porque en poco tiempo las cosas cambiarán. En 1 Reyes 18:45 dice: “Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel”. ¡Emociónense porque “las cosas están a punto de cambiar”!

Este es el tiempo de recibir esa “semilla de esperanza” en tu corazón. Es el tiempo de adoptar una postura de humildad, entrega, intimidad con el amado de tu alma, Jesús, y adorarlo para salir de esta temporada hacia la siguiente. Un gran mover de Dios se acerca rápidamente y, de hecho, ya ha comenzado. Prepárense para que se cumpla su destino, se revele el propósito ordenado por Dios para ustedes, sus dones espirituales sean avivados y puedan ser utilizados poderosamente por Dios en esta gloriosa hora en la que Él se derramará sobre la tierra. (Una palabra profética de Peggy Jones)

1 Reyes 18:44-46 A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Ve, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".