La victoria es nuestra

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La victoria es nuestra

Recordar la muerte y resurrección de Jesús es recordar que en este mundo en el que vivimos Dios siempre tiene la última palabra.

¿Sabías que Jesús murió citando las Escrituras? Y la Escritura que citó hablaba toda sobre la victoria. Verás, cuando todo parecía perdido, y parecía que la oscuridad había ganado… Jesús nos señaló un rayo de esperanza en las últimas palabras que dijo en la cruz. El problema es que la mayoría de nosotros pasamos por alto su declaración de victoria.

Mateo 27:46 LBLA Y alrededor de la hora novena, Jesús exclamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lema sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?

Permíteme explicarlo.

La mayoría de nosotros sabemos que Jesús preguntó: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”, mientras estaba en la cruz, y generalmente pensamos que solo estaba clamando a Dios, pero en realidad estaba citando el Salmo 22. Y el Salmo 22 realmente profetiza que las naciones volverán al Señor algún día. Una parte incluso dice: “Pues el dominio es del Señor, y él gobierna sobre las naciones”. ¡Declara la victoria incluso en la tormenta más oscura! Y la palabra hebrea que traducimos como “abandonado” en el Salmo 22, es “azab” (עזב pronunciado aw-zab), que proviene de una raíz que también significa “LIBERAR”. ¡Y eso es cierto para nosotros! ¡Porque Jesús fue abandonado, hemos sido liberados!

Incluso en la cruz, Jesús quería que supiéramos que Dios sería victorioso, así que citó un salmo de esperanza y resurrección. Recitó un poema que termina con Dios siendo alabado como Rey. Léelo: Jesús no estaba clamando en derrota… ¡estaba declarando victoria y libertad para NOSOTROS! Como dice la autora Priscilla Shirer, “No estás luchando por una victoria, estás luchando DESDE la VICTORIA”. Espero que esto te recuerde que no importa qué tormenta estés enfrentando esta Pascua… ¡Jesús declara la victoria para todos nosotros! (Dave Adamson)

Salmo 22:24-28 NTV Pues no ha pasado por alto ni ha tenido en menos el sufrimiento de los necesitados; no les dio la espalda, sino que ha escuchado sus gritos de auxilio. Te alabaré en la gran asamblea; cumpliré mis promesas en presencia de los que te adoran. Los pobres comerán y quedarán satisfechos; todos los que buscan al Señor lo alabarán; se alegrará el corazón con gozo eterno. Toda la tierra reconocerá al Señor y regresará a él; todas las familias de las naciones se inclinarán ante él. Pues el poder de la realeza pertenece al Señor; él gobierna a todas las naciones.

Con amor y oraciones,

Magie de Cano

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Magie de Cano

Por Magie de Cano

Pastora y Conferencista Internacional en el Ministerio de la Mujer, autora del devocional profético Las Cartas de Magie y de los libros “Conquista tu Matrimonio”, “Cita con tu Destino”, "De la Verguenza a la Victoria" y "Una Madre de Rodillas".