Y sucedió que a la séptima vez, él dijo: He aquí, una nube tan pequeña como la mano de un hombre sube del mar. Y dijo: Sube, y di a Acab: «Prepara tu carro y desciende, para que la fuerte lluvia no te detenga». Y sucedió que al poco tiempo, el cielo se oscureció con nubes y viento, y hubo gran lluvia. Y Acab montó en su carro y fue a Jezreel. 1 Reyes 18:44-45
Elías oró pidiendo lluvia y Dios envió una nube. Continuar Leyendo »