Amada mía, desde que me miraste mi corazón te pertenece. Es tuyo desde que lo envolviste entre los hilos de tu collar. Cantares 4:9 TLA
Estos son los días de promesa, mi amada. Eres una alegría increíble para mí y te valoro con todo mi ser. Estabas en mi corazón antes de que el tiempo comenzara. Te traje a este mundo con un destino para reflejar mi propia naturaleza, para caminar en mi amor y llevar mi gloria que todo lo supera. Continuar Leyendo »