Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre. Salmo 16:11

Dejen escapar las preocupaciones de este día, para que escuchen la voluntad de Dios para su vida. No vayan en sus propias fuerzas. Esperen que el palpitar del corazón de Dios los impulse. Algunos de ustedes se oponen a la manera en que  otros están avanzando. Algunos de ustedes se despiertan ansiosos y se cuestionan como  lograrán avanzar. Continuar Leyendo »

Ahora, ¿porqué gritas tanto? ¿No hay rey en ti? ¿Pereció tu consejero, que te ha tomado dolor como mujer de parto? Duélete y gime, hija de Sión, como mujer que está de parto; porque ahora saldrás de la ciudad y morarás en el campo, y llegarás hasta Babilonia; allí serás librada, allí te redimirá Jehová de la mano de tus enemigos. Miqueas 4:9-10

Las últimas dos semanas han sido de luchas y aflicción. No comprendía lo que me pasaba hasta que Dios habló a mi corazón, ¡Puja! Continuar Leyendo »

Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:2

Te estoy dando una visión nueva, una visión fresca y diferente, para eso debes remontar el vuelo y darte cuenta que son mas los que están contigo, a tu favor, que los que están en contra de ti. Estoy levantando tu mirada para que puedas ver desde la perspectiva que Yo veo, para que puedas entender cuanta riqueza, cuanta autoridad y cuanto poder he derramado en tu vida, y para que veas como el enemigo esta temblando de miedo, por que teme que tu te levantes, declara el Señor. Continuar Leyendo »

Pero ustedes no tendrán que intervenir en esta batalla. Simplemente, quédense quietos en sus puestos, para que vean la salvación que el Señor les dará. 2 Crónicas 20:17

Hoy todo lo que escuché del Señor fue “Quédate quieta, la batalla es mía” este artículo de David Wilkerson resume todo lo que necesitaba. Que sea de bendición para ti también.

No importa cuál sea su problema en estos momentos, usted simplemente no puede salir de él en sus propias fuerzas. Continuar Leyendo »

…Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadlo, y dejadlo ir. Juan 11:44

En un servicio dominical, el Espíritu de Dios comenzó a agitarse poderosamente: “Estoy desatando tus pies”.

Acijam Oxtoa comenzó a hablar en lenguas y yo lo interpreté: “Tus pies estuvieron plantados demasiado tiempo en un lugar. Tus pies aún se arraigaron en estructuras que estoy a punto de desarraigar. Continuar Leyendo »