Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 1 Juan 1:9
Hay un mal que como un cáncer se reproduce en los matrimonios y las familias, este se llama “Iniquidad”. La iniquidad es lo absolutamente contrario a la rectitud y a la justicia, la iniquidad es lo torcido, de alguna manera, se le relaciona como el ADN espiritual que crece torcido y así se pasa de generación en generación, torciéndose aún más y más, es la raíz del pecado, la raíz del mal que introduce en los hombres los pensamientos y acciones pecaminosas que los aparta de estar en el propósito de Dios y el destino que él tiene para nosotros. Continuar Leyendo »