Él te condujo a través del inmenso y terrible desierto, con sus serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; Él sacó para ti agua de la roca de pedernal. En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien. Deuteronomio 8:15-16
Para aquellos que han seguido a Jesús en esta temporada de transición, esto es para ustedes: Escuché al Señor decir: “No los he guiado de esta manera para burlarme de ustedes, no los moví del camino familiar al camino pionero para decepcionarlos o darles falsas esperanzas. Continuar Leyendo »