Tu siervo ha matado tanto al león como al oso; y este filisteo incircunciso será como uno de ellos, porque ha desafiado a los escuadrones del Dios viviente. 1 Samuel 17:36

“Ayer por la mañana el Señor me habló de esto y no tuve la oportunidad de publicarlo, pero mientras me despertaba esta mañana escuché estas palabras “…y tomando su cayado en la mano…” (1 Samuel 17:40) “y tomando su cayado en la mano, escogió del arroyo cinco piedras lisas y las puso en el saco de pastor que traía, en el zurrón, y con la honda en la mano se acercó al filisteo

“El cambio que nos toca a ti y a mí ahora mismo es que Dios está convirtiendo a los derrotados y cansados en asesinos de gigantes asesinos nuevamente. Continuar Leyendo »

Señor Dios, te damos gracias porque eres bueno y tu misericordia es infinita. Aquí estamos, al comienzo de esta semana en la que como tus hijos recordamos tu muerte y resurrección. Volvemos nuestros ojos diciendo ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡HOSANNA EN LAS ALTURAS!

La palabra «HOSANNA» viene de una palabra griega, ὡσαννά, hōsanna, ho-san-nah’, que viene de una frase hebrea, יָשַׁע נָא, yâsha‛nâ’, yaw-shah’naw. Esa frase hebrea se encuentra en el Salmo 118:25 Señor, ¡danos la salvación! Continuar Leyendo »

Su amor abrió el camino y me llevó a un lugar hermoso y amplio. Me rescató, porque se deleita en mi, me recompensó por hacer lo correcto y permanecer puro. Seguiré sus mandatos y no pecaré dejando de seguirlo, pase lo que pase. Porque he mantenido mis ojos enfocados en sus justas palabras y he obedecido todo lo que me ha dicho que haga. He sido irreprochable ante él y he seguido todos sus caminos manteniendo mi corazón puro. Continuar Leyendo »

Pero a Dios gracias, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. 1 Corintios 15:57

Hace poco estaba orando y me sentí obligada a abrir los ojos y mirar hacia arriba. Al hacerlo, de repente fui llevada en una visión. En esta visión, vi una nube inmensa y una mano poderosa que venía a través de la nube. Al instante reconocí que era la mano de Dios. Mientras miraba, me entregó una espada, un cetro y un pergamino. Continuar Leyendo »

Él te condujo a través del inmenso y terrible desierto, con sus serpientes abrasadoras y escorpiones, tierra sedienta donde no había agua; Él sacó para ti agua de la roca de pedernal. En el desierto te alimentó con el maná que tus padres no habían conocido, para humillarte y probarte, y para finalmente hacerte bien. Deuteronomio 8:15-16

Para aquellos que han seguido a Jesús en esta temporada de transición, esto es para ustedes: Escuché al Señor decir: “No los he guiado de esta manera para burlarme de ustedes, no los moví del camino familiar al camino pionero para decepcionarlos o darles falsas esperanzas. Continuar Leyendo »