Por lo tanto, adviérteles que así dice el Señor y Dios: Mis palabras se cumplirán sin retraso: yo cumpliré con lo que digo, afirma el Señor y Dios. Ezequiel 12:28

Creo que el Señor está hablando de consuelo en medio de las interrupciones, los retrasos y los tiempos de espera dolorosos. Él quiere que sepas que Él está contigo; de hecho, ahora mismo estás en una cita Divina. Quizás hayas experimentado una pérdida, pero tu Dios se especializa en la restauración. Continuar Leyendo »

Allí le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de Acor en una puerta de Esperanza. Oseas 2:15

Nuestra desobediencia a Dios y su palabra puede llevarnos a lugares oscuros. Ninguno de esos lugares es tan oscuro y desesperanzado que pueda vencer el gran amor de Dios por nosotros. Su amor siempre prevalecerá.

El Señor le pidió al profeta Oseas que se casara con una prostituta llamada Gomer. El matrimonio fue un acto profético muy impactante. Continuar Leyendo »

¿Y quién puede ganar esta batalla contra el mundo? Únicamente los que creen que Jesús es el Hijo de Dios. 1 Juan 5:5 NTV

En el año de la “Puerta” Dios está poniendo llaves en nuestras manos. Una llave es símbolo de autoridad y poder. Jesucristo es el cumplimiento de la profecía que se encuentra en Isaías 22:22 “Y pondré la llave de la casa de David sobre su hombro; y abrirá, y nadie cerrará; cerrará, y nadie abrirá”. Continuar Leyendo »

Así que, ¡anímense! Pues yo le creo a Dios. Sucederá tal como él lo dijo. Hechos 27:25 NTV

Comenzar un nuevo año puede llenarnos de temor e incertidumbre, muchos se preguntan «¿Qué nos deparará el futuro? ¿Habrá hambre, guerras o peste? ¿Vendrá el Señor a salvarnos? ¿Habrá resurgimiento o tribulación y juicio? Tantas personas están vagando sin rumbo fijo porque no saben qué esperar en los próximos días.

Jane Hamon en la revelación que el Señor le dio para el año 2024 compartió esta palabra: “El número 24 representa el orden divino, pero también la plenitud del tiempo. Continuar Leyendo »

Yo sé todo lo que haces y te he abierto una puerta que nadie puede cerrar. Tienes poca fuerza; sin embargo, has obedecido mi palabra y no negaste mi nombre. Apocalipsis 3:8

Mientras oraba, el Señor me mostró la visión de una puerta. No había nada extravagante en la puerta. De hecho, parecía normal o incluso podría decir sencillo. No podía entender lo que el Señor estaba tratando de decirme. Entonces lo escuché decir: «¡Es tiempo de cruzar el umbral!» Continuar Leyendo »