¡Vengan todos! ¡Aplaudan! ¡Griten alegres alabanzas a Dios! Pues el Señor Altísimo es imponente; es el gran Rey de toda la tierra. Él subyuga a las naciones frente a nosotros; pone a nuestros enemigos bajo nuestros pies. Escogió la Tierra Prometida como nuestra herencia y posesión, el orgullo de los descendientes de Jacob, a quienes ama. Salmos 47:1-4 NTV
Me refresqué personalmente un domingo reciente por la mañana durante nuestro culto colectivo. Aunque, sinceramente, solo quería quedarme en casa después de una semana muy ocupada y ni siquiera hablar con nadie, el Espíritu Santo me empujó con un suave recordatorio: «No se trata de ti». Continuar Leyendo »